En Viseu, del Rossio al Largo de São Miguel
En Viseu, del Rossio al Largo de São Miguel
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Del Rossio parte la calle Formosa, que se cruza con la calle del Comercio y, un poco más adelante, con la calle Direita, la más larga de la ciudad y una de las más antiguas. Está delimitada por algunas casas del s. XV con detalles dignos de destacar, tales como puertas blasonadas, ventanas y portales manuelinos, que confieren un encanto especial a este paseo por la noble ciudad de Viseu.
En la calle de los Andrades, a la derecha, en los nºs. 23 a 31 fíjese en un magnífico ejemplar de palacio portugués blasonado, barroco de la primera mitad del s. XVIII, la Casa Solariega de los Condes de Prime, que ostenta el blasón de la familia Teixeira de Carvalho. Retomando la calle Direita, prosiga hasta el Largo Mouzinho de Albuquerque, donde encontrará la iglesia de Santo António, que guarda una riquísima colección de azulejos del s. XVIII y hermosos retablos en talla dorada.
Asimismo, cabe mencionar la Casa do Arco que fue de los Albuquerques. Es contigua a un arco correspondiente a una de las puertas integradas en la muralla afonsina que ha perdurado hasta nuestros días, conocida como Puerta de los Cavaleiros, que dio nombre a un excelente vino de la región del Dão. En el Largo también cabe destacar el monumento a los fallecidos en la Primera Guerra Mundial, obra del escultor Anjos Teixeira.
Prosiga por la calle de João Mendes, donde en el s. XV habría vivido el Maestro Grão Vasco. Fíjese en la Casa das Bocas, del s. XVIII, que presenta la curiosidad de que adaptó unas gárgolas que habían sido retiradas de la Catedral ese mismo siglo. En el Largo de S. Miguel verá una pequeña iglesia, la de S. Miguel de Fetal, en estilo barroco pobre, y vinculada a tradiciones antiquísimas. Vuelva a la calle João Mendes y termine este largo paseo en círculo en el Largo de Santa Cristina.
En este Largo ajardinado destaca la iglesia de Carmo, de elegante arquitectura y la estatua de bronce, obra del escultor António Teixeira Lopes, representando al prelado que le dio nombre, D. António Alves Martins (1808-1882), popular personalidad de la tierra, que fue orador, periodista y obispo de Viseu.
En la calle de los Andrades, a la derecha, en los nºs. 23 a 31 fíjese en un magnífico ejemplar de palacio portugués blasonado, barroco de la primera mitad del s. XVIII, la Casa Solariega de los Condes de Prime, que ostenta el blasón de la familia Teixeira de Carvalho. Retomando la calle Direita, prosiga hasta el Largo Mouzinho de Albuquerque, donde encontrará la iglesia de Santo António, que guarda una riquísima colección de azulejos del s. XVIII y hermosos retablos en talla dorada.
Asimismo, cabe mencionar la Casa do Arco que fue de los Albuquerques. Es contigua a un arco correspondiente a una de las puertas integradas en la muralla afonsina que ha perdurado hasta nuestros días, conocida como Puerta de los Cavaleiros, que dio nombre a un excelente vino de la región del Dão. En el Largo también cabe destacar el monumento a los fallecidos en la Primera Guerra Mundial, obra del escultor Anjos Teixeira.
Prosiga por la calle de João Mendes, donde en el s. XV habría vivido el Maestro Grão Vasco. Fíjese en la Casa das Bocas, del s. XVIII, que presenta la curiosidad de que adaptó unas gárgolas que habían sido retiradas de la Catedral ese mismo siglo. En el Largo de S. Miguel verá una pequeña iglesia, la de S. Miguel de Fetal, en estilo barroco pobre, y vinculada a tradiciones antiquísimas. Vuelva a la calle João Mendes y termine este largo paseo en círculo en el Largo de Santa Cristina.
En este Largo ajardinado destaca la iglesia de Carmo, de elegante arquitectura y la estatua de bronce, obra del escultor António Teixeira Lopes, representando al prelado que le dio nombre, D. António Alves Martins (1808-1882), popular personalidad de la tierra, que fue orador, periodista y obispo de Viseu.
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