Monumentos

Monasterio de Santa Clara-a-Nova
El Monasterio de Santa Clara-a-Nova fue construido en 1649 en la orilla izquierda del río Mondego, destinado a acoger a las Clarisas del Convento de Santa Clara-a-Nova, de acuerdo con el plan del ingeniero mayor del reino y profesor de la Universidad de Coimbra, Fray João Torriano.

En 1677, en una gran procesión desde el antiguo Convento, se llevó a cabo el traslado del cuerpo de la Reina Santa Isabel, habiéndose colocado en un sepulcro de plata en el altar mayor.

La Iglesia, a su vez, fue construida por el arquitecto Mateus do Couto. En el gran ábside que forma la cabecera, se encuentra la estatua policroma de Santa Isabel, obra de Teixeira Lopes (s. XIX).

Hay que destacar la talla dorada barroca y los lienzos alusivas a la vida de la Reina Santa, del s. XVIII. Dos bellos sepulcros góticos del Taller de Coimbra guardan los restos mortales de la Infanta D. ª Isabel, hija del rey Afonso IV, y la hija del regente y Duque de Coimbra D. Pedro.

Asimismo, sobresalen los adornos de plata, la sillería con 78 sillas, de la primera mitad del s. XVIII y los retablos procedentes de Santa Clara-a-Velha, de talla y pinturas manieristas.

En el claustro barroco, diseñado por el arquitecto Carlos Mardel, está instalado el Museo Militar.