Restaurante D. Pedro V
Restaurantes y Cafés
Ocupa un espacio noble, en la principal plaza de Castelo de Vide, junto a la Iglesia Matriz, el Ayuntamiento y la Iglesia de S. João. El edificio es antiguo y según la leyenda D. Pedro V pernoctó allí, y donde hoy se encuentra el restaurante serían las caballerizas, subsistiendo un comedero, a la vista. Lo cierto es que el amplio salón del restaurante conserva los techos abovedados originales, no tratados, con suelo de barro cocido y mesas de madera con manteles de tela amarillos y cubre manteles blancos. El ambiente es agradable, informal y tranquilo, y la acogida afable, casi familiar.
También la cocina tiene características familiares, basada en los productos y en el recetario de la región, como es notorio entre los entrantes con el Queso de Nisa DOP, los embutidos regionales loncheados, la Cacholeira Blanca de Portalegre IGP cocida, la açorda alentejana y la sopa de tomate; entre los platos principales, la sopa de cazón, cuyo caldo es espeso y muy verde por el cilantro, el cabrito de cachafrito, genuina especialidad local, y las migas de patata a la alentejana con carne de cerdo frita (migas de patata porque aquí, la tierra no da pan); y entre los postres, el aldrabado de castaña, dulce típico recuperado de una receta de la antigua propietaria de la casa, con castaña, huevo, calabaza de cidra, azúcar e hinojo, o la encharcada de nueces. Carta de vinos del Alentejo, con alguno que otro de otras regiones. Buena colección de aguardientes viejas y caseras, además de jeropiga y abafado, una cortesía de la casa después de la comida. La carta también ofrece un plato del día, un menú infantil y otro turístico.
12:00 - 15:00; 19:00 - 22:00
Especialidad
Cabrito de cachafrito, plato típico de Castelo de Vide: cabritito de cinco kilos, nunca más, cortado en trozos pequeños, colocado en el puchero con aceite de oliva, cebolla, ajo, y al que se interrumpe la cocción, que finaliza en vino blanco. Una delicia.
Valor añadido
Siempre hay cuadros expuestos, que tanto pueden ser de artistas amateurs como nombres consagrados, como el Maestro João Cutileiro.