Monumentos

La construcción de la primitiva iglesia fue iniciada a finales del s. XVII. Considerada pequeña para la afluencia de fieles, sufrió una ampliación desde mediados del s. XVIII hasta las primeras décadas del s. XIX, cuando se concluyó la fachada.

En su interior, se destacan los bellos ejemplos de paneles de azulejos, principalmente los azulejos historiados del s. XVIII que revisten las paredes de la capilla mayor y los azulejos de la bóveda, con un valioso panel policromo en el centro, representando la Coronación de la Virgen. El conjunto azulejar, azul y blanco, se integra en el Ciclo de los Maestros del s. XVIII y fue realizado entre 1720 y 1730.

También existe un importante conjunto de pinturas italianas del s. XVIII, con escenas de la vida de San Francisco y de imágenes en roca. Las imágenes están compuestas por un esqueleto o armazón de madera en el que únicamente están esculpidos los brazos y la cabeza. Eran vestidos de acuerdo con el calendario litúrgico y, normalmente, se utilizaban en las procesiones del domingo de Cenizas y de Dolores. Las realizó el escultor farense Miguel Nobre en 1746.

Junto a la Iglesia, en las antiguas dependencias conventuales, se encuentra la Escuela de Hotelería y Turismo.