Carnaval de Torres Vedras
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El Carnaval de Torres Vedras mantiene un fuerte carácter tradicional, constituido por 13 carrozas alegóricas de grandes dimensiones, grupos de disfraces, gigantes cabezudos, y Zés Pereiras (cuadrilla de músicos), con sus tradicionales bombos y gaitas de foles. Los Reyes del Carnaval, ambos del sexo masculino, normalmente son personalidades de la región. A la pareja le acompaña una corte de ministros caricaturizados, hombres disfrazados grotescamente de mujer y, también, una esperpéntica Guarda Real.
El Carnaval de Torres también tiene la particularidad de realizar una presentación previa durante el mes Agosto en la Playa de Santa Cruz. Son cuatro días de fiestas y conciertos que cuentan con la exhibición de escuelas de samba, carrozas alegóricas y de los animados Zés Pereiras.
A finales del s. XIX, el Carnaval en Torres Vedras se celebraba con bailes privados, sin animación de calle, a excepción de algunos grupos de personas disfrazadas que se paseaban divirtiendo a la población. Sólo en 1912, cuando se reunió una comisión de Carnaval, se organizó un desfile los dos días de fiesta con la ayuda de la Filarmónica, pidiendo donativos para proporcionarles una "Comilona a los Pobres".
En 1924 surge el primer cortejo de carrozas alegóricas, tiradas por bueyes, con un "rey" y una "guardia de honor" montada en burros. En 1926, se realiza el primer Carnaval con rey y reina. En 1928, las "matrafonas", hombres vestidos de mujer de forma ridícula, se unen al cortejo. En 1931, tiene lugar la primera "Batalla de Flores", en aquella ocasión en un recinto cerrado y pagando entrada. En 1933 la fiesta disfrutó de gran divulgación, siendo filmada y presentada en un cine de Lisboa. Ese año, el desfile tuvo lugar el lunes y el martes. Los ingresos obtenidos a lo largo de estos años se donaban a instituciones locales o benéficas.
A partir de 1937 se suspendieron los festejos, debido a la II Guerra Mundial, hasta que en 1948, el periódico local “el Torreense" apeló a la revitalización del Carnaval. Así, el desfile volvió a realizarse pero de forma irregular, sobreviviendo con mucho esfuerzo.
En 1985, comenzó un nuevo período en la historia del carnaval de Torres Vedras. Se creó una comisión organizadora que contó desde el principio con el apoyo del Ayuntamiento y que, anualmente, define un tema que inspirará las decoraciones de Carnaval.