Torre de Moncorvo
Torre de Moncorvo
Localidade
El nombre de esta localidad está asociado a un noble leonés, Mendo Curvus, señor de estas tierras, que, tras haber participado en la Reconquista Cristiana de la Península Ibérica, mandó construir aquí un castillo para su residencia y como baluarte de defensa del territorio. D. Afonso Henriques, primer rey de Portugal, confirmó los privilegios dados anteriormente a los habitantes, y concedió a la población los fueros de 1128 y de 1140.
Un siglo después, Torre de Moncorvo cobró nueva importancia cuando fue elevada a la categoría de villa, por iniciativa del rey D. Dinis. Durante ese mismo reinado, se reedificó el castillo y se reforzaron las murallas, confirmando así su papel como punto defensivo avanzado de la frontera portuguesa durante la Edad Media.
En 1512, D. Manuel concedió un fuero nuevo a Torre de Moncorvo, constituyéndose entonces como una de las mayores comarcas del país.
Situada en el fértil Valle de Vilariça, junto a la Sierra de Reboredo, la localidad se transformó en un importante núcleo de intercambio comercial entre los territorios al norte del Río Duero y la zona vinatera de Beira Alta. La riqueza de esta región se vio reflejada en la construcción de dos importantes monumentos: la imponente Iglesia principal de Torre de Moncorvo y la Iglesia de la Misericordia, de estilo renacentista.
En el siglo XVII, fue creada la Real Factoría de los Linos y Cáñamos, por iniciativa regia de D. João IV. Durante el siglo XVIII se difundió el uso de la seda y el cultivo del gusano de seda vino a substituir al del lino, dando continuidad a la producción textil regional.
Otra área de inversión fue la explotación minera, a la que se dio inicio en 1874, que se debe al hecho de aquí exista uno de los yacimientos de hierro más extensos del país. El actual Museo del Hierro y de la Región de Moncorvo nos recuerda cómo fue la evolución de esta industria y nos da más información sobre la historia y costumbres locales.
Para visitar Torre de Moncorvo, se aconseja hacerlo a finales del invierno, altura del año en que el Ayuntamiento organiza una feria de artesanía y da a conocer la región a través de la iniciativa "Almendros en Flor".
No deje de ir también a Adeganha, un pueblo que queda a 19 km y que conserva todavía las características rurales de Tras-os-Montes. Una vez allí, no deje de visitar la Iglesia principal de Santiago el Mayor, un interesante ejemplo de la arquitectura románica del norte del país.
Un siglo después, Torre de Moncorvo cobró nueva importancia cuando fue elevada a la categoría de villa, por iniciativa del rey D. Dinis. Durante ese mismo reinado, se reedificó el castillo y se reforzaron las murallas, confirmando así su papel como punto defensivo avanzado de la frontera portuguesa durante la Edad Media.
En 1512, D. Manuel concedió un fuero nuevo a Torre de Moncorvo, constituyéndose entonces como una de las mayores comarcas del país.
Situada en el fértil Valle de Vilariça, junto a la Sierra de Reboredo, la localidad se transformó en un importante núcleo de intercambio comercial entre los territorios al norte del Río Duero y la zona vinatera de Beira Alta. La riqueza de esta región se vio reflejada en la construcción de dos importantes monumentos: la imponente Iglesia principal de Torre de Moncorvo y la Iglesia de la Misericordia, de estilo renacentista.
En el siglo XVII, fue creada la Real Factoría de los Linos y Cáñamos, por iniciativa regia de D. João IV. Durante el siglo XVIII se difundió el uso de la seda y el cultivo del gusano de seda vino a substituir al del lino, dando continuidad a la producción textil regional.
Otra área de inversión fue la explotación minera, a la que se dio inicio en 1874, que se debe al hecho de aquí exista uno de los yacimientos de hierro más extensos del país. El actual Museo del Hierro y de la Región de Moncorvo nos recuerda cómo fue la evolución de esta industria y nos da más información sobre la historia y costumbres locales.
Para visitar Torre de Moncorvo, se aconseja hacerlo a finales del invierno, altura del año en que el Ayuntamiento organiza una feria de artesanía y da a conocer la región a través de la iniciativa "Almendros en Flor".
No deje de ir también a Adeganha, un pueblo que queda a 19 km y que conserva todavía las características rurales de Tras-os-Montes. Una vez allí, no deje de visitar la Iglesia principal de Santiago el Mayor, un interesante ejemplo de la arquitectura románica del norte del país.