De Faro hasta Vila Real de Santo António
De Faro hasta Vila Real de Santo António
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Faro es la capital algarvía desde 1756. Aquí en este lugar la Ría Formosa - considerado como el más importante santuario de la vida salvaje en Algarve - alcanza su anchura máxima. Uno de los últimos rincones de Europa en el que todavía se conserva intacta su línea costera colmada de lagos, canales, islotes y pantanos rodea esta importante ciudad, prolongándose hacia el este, hasta Manta Rota (cerca de Vila Real de Santo António). Cerca de 1.500 especies de seres vivientes encuentran refugio en las 18.400 hectáreas de zona húmeda que se extiende a lo largo de 60 kilómetros.
Del itinerario histórico de la ciudad de Faro se destaca, en el mismo corazón de la Cidade Velha ("Ciudad Vieja"), la Sede, en la que se mezclan los estilos gótico y barroco, el elegante Palacio Episcopal del s. XVII que la rodea, y el Arco da Vila (Arco de la Villa), construido en el siglo XIX sobre la entrada del antiguo castillo medieval. En el exterior de las murallas puede apreciarse la Iglesia de São Francisco, del s. XVIII, decorada con unos impresionantes azulejos que revelan la vida del Santo. La Iglesia de S. Pedro revela un magnífico relieve de la Última Cena el cual, junto con la exuberancia barroca del interior de la Iglesia do Carmo completan un generoso conjunto de edificios religiosos. La sala de visitas de la ciudad está representada por el Jardín Manuel Bívar, bien como la elegante y movimentada calle de São António, peatonal, repleta de tiendas y restaurantes. En el mercado municipal, situado en el Largo de Sá Carneiro, podrá encontrar alimentos frescos y artesanía, y en la ermita de Santo António no se pierda la magnífica panorámica del mar y las salinas.
Situada a 8 km. de distancia, la playa es una gran lengua de arena separada de tierra por la ría en la cual podrá disfrutar de una constante animación y de excelentes condiciones para la práctica de vela o de interesantes y relajantes paseos, andando o en barco.
Las islas alrededor de Faro constituyen una característica de esta ciudad abrazada por la Ría Formosa (ría "hermosa"), de la que tan solo 45 minutos en barco (desde Faro o Olhão) separan de la isla de Culatra, en la cual se sitúa el punto más meridional del territorio portugués. Es en este punto que se levanta el faro del cabo de Santa María, cuya torre es visible desde las ciudades de Faro y de Olhão.
Muy cerca visite el complejo romano de Milreu, del siglo I o II, lo llevará hasta lo que habrá sido una gran finca que en el siglo III fue convertida en una villa construida alrededor de un patio central. Si bien los baños presenten aún los azulejos originales, la gran mayoría de las piezas muebles han sido recogidas por el Museo Arqueológico de Faro.
Dejando Faro y caminando hacia el este, pase por Olhão, "vila cubista" y por Tavira, una de las más típicas ciudades algarvías. Visite las salinas.
En la gastronomía, los dulces de hojaldre, los "D. Rodrigo", las "caldeiradas", los platos de pescado, el vino de la región y la pierna de cordero en la cazuela son exquisiteces que no debe dejar de probar.
Del itinerario histórico de la ciudad de Faro se destaca, en el mismo corazón de la Cidade Velha ("Ciudad Vieja"), la Sede, en la que se mezclan los estilos gótico y barroco, el elegante Palacio Episcopal del s. XVII que la rodea, y el Arco da Vila (Arco de la Villa), construido en el siglo XIX sobre la entrada del antiguo castillo medieval. En el exterior de las murallas puede apreciarse la Iglesia de São Francisco, del s. XVIII, decorada con unos impresionantes azulejos que revelan la vida del Santo. La Iglesia de S. Pedro revela un magnífico relieve de la Última Cena el cual, junto con la exuberancia barroca del interior de la Iglesia do Carmo completan un generoso conjunto de edificios religiosos. La sala de visitas de la ciudad está representada por el Jardín Manuel Bívar, bien como la elegante y movimentada calle de São António, peatonal, repleta de tiendas y restaurantes. En el mercado municipal, situado en el Largo de Sá Carneiro, podrá encontrar alimentos frescos y artesanía, y en la ermita de Santo António no se pierda la magnífica panorámica del mar y las salinas.
Situada a 8 km. de distancia, la playa es una gran lengua de arena separada de tierra por la ría en la cual podrá disfrutar de una constante animación y de excelentes condiciones para la práctica de vela o de interesantes y relajantes paseos, andando o en barco.
Las islas alrededor de Faro constituyen una característica de esta ciudad abrazada por la Ría Formosa (ría "hermosa"), de la que tan solo 45 minutos en barco (desde Faro o Olhão) separan de la isla de Culatra, en la cual se sitúa el punto más meridional del territorio portugués. Es en este punto que se levanta el faro del cabo de Santa María, cuya torre es visible desde las ciudades de Faro y de Olhão.
Muy cerca visite el complejo romano de Milreu, del siglo I o II, lo llevará hasta lo que habrá sido una gran finca que en el siglo III fue convertida en una villa construida alrededor de un patio central. Si bien los baños presenten aún los azulejos originales, la gran mayoría de las piezas muebles han sido recogidas por el Museo Arqueológico de Faro.
Dejando Faro y caminando hacia el este, pase por Olhão, "vila cubista" y por Tavira, una de las más típicas ciudades algarvías. Visite las salinas.
En la gastronomía, los dulces de hojaldre, los "D. Rodrigo", las "caldeiradas", los platos de pescado, el vino de la región y la pierna de cordero en la cazuela son exquisiteces que no debe dejar de probar.