Restaurantes y Cafés

Está en la calle que atraviesa Grândola de norte a sur, en un recodo por el que se accede al Centro Comercial de Grândola, al que pertenece, entre los Bombeiros Voluntários y Correos. Es fácil de encontrar gracias al tablero que existe sobre un poste, al borde la acera, justo delante, con el nombre y el símbolo bien visibles: A Talha. Es un espacio alegre y acogedor que se dedica a la buena cocina del Alentejo Litoral. 

En otros tiempos, existió en ese lugar una almazara, que sirvió de inspiración para el nombre y el símbolo y elemento decorativo dominante, la zafra (talha en portugués). Hay zafras en la barra y en el comedor, algunas haciendo las veces de armario, de vajillero o de botellero, y todas en tonos burdeos y beige, idénticos a los de los manteles. 

La carta es extensa, bien estructurada y señala cuatro categorías de platos: típicamente alentejanos, de elaboración alentejana, con productos alentejanos y otros. Todos ellos son elaborados con maestría por el matrimonio Celina y Carlos Gonçalves, desde que el restaurante abrió, en el 2005. Ella se dedica más a la cocina y él, sobre todo, al comedor. Entre las especialidades se cuentan, en los entrantes: queso de cabeza, espárragos con huevos y chorizo de cerdo de la dehesa alentejana y huevos de codorniz con lomo embuchado de cerdo de la dehesa alentejana; en los platos principales: migas de bacalao, arroz de navajas, migas de espárragos con carne de alguidar, jabalí estofado con castañas, trozo de carne de novillo con arroz de alubias, ensopado de cordero y manitas de cerdo con salsa de cilantro. Entre los postres, todos ellos caseros, sobresale la sericaia con Ciruela de Elvas DOP y el tocino del cielo. Buena carta de vinos alentejana. Servicio atento y simpático.