Monumentos

Una de las mayores iglesias de Lamego, perteneció al convento del mismo nombre, fundado en el s. XVI para ser donado a los frailes Lóios, que lo mantendrían hasta la extinción de las Órdenes Religiosas en 1834.

La fachada de la iglesia, ceñida entre dos airosas torres de campanario, no presenta una belleza singular, pero el amplio interior, de una sola nave, merece una visita, por el bello trabajo de talla en oro que ornamenta las capillas laterales, deteniéndonos en la de la Sagrada Familia en la que los paneles de cerámica cuentan el sueño de S. José y la boda de la Virgen.

En la nave transversal, no debemos olvidarnos de "leer" en los bellos azulejos del siglo XVII que la adornan, las historias de las vidas de Santo Antonio de Lisboa y de S. Benito de Murcia y en los de la capilla mayor, que fueron añadidos un siglo más tarde, escenas del Apocalipsis mezcladas con otras de la vida profana (jardines palaciegos, fuentes y figuras).