Museos y Palacios

Hoy museo, el Palacio de Vila Viçosa fue uno de los preferidos de la familia real portuguesa durante siglos.

El Palacio de Vila Viçosa fue construido en el s. XVI por orden de D. Jaime, 4º Duque de Bragança, que decidió construir aquí una nueva residencia. La extensa e imponente fachada fue proyectada inicialmente con motivos renacentistas, inspirada en el Palacio de la Ribeira de Lisboa. A finales del s. XVI se llevaron a cabo nuevas obras por el Duque D. Teodósio II que le dieron su carácter manierista, según un proyecto de Nicolau de Frías, arquitecto real. A principios del s. XVII, el interior fue decorado con pintura mural de fresco y témpera, estando considerado como uno de los más importantes del arte portugués.

En el reinado de D. João IV, el Palacio dejaría de ser la residencia oficial de los Duques de Bragança, pero siguió concentrando la atención de los monarcas, especialmente de D. João V y D. José. En el s. XIX, la familia real volvería a elegir el Palacio de Vila Viçosa para pasar temporadas lejos de Lisboa, la capital del reino. En el s. XX, por voluntad de D. Manuel II declarada en su testamento, se creó la Fundación de la Casa de Bragança, responsable de la gestión del Palacio, ahora transformado en museo.

El patrimonio del museo está integrado por los enseres del último palacio de la familia real, incluyendo mobiliario portugués (ss. XVII y XVIII), tapicerías portuguesas y flamencas (ss. XVI-XVIII), porcelanas europeas y orientales, así como loza y mayólica también de los ss. XVI-XVIII.

Asimismo, pueden admirarse piezas de vidrio, pintura (especialmente las obras del rey D. Carlos y los retratos de los monarcas de la Casa de Bragança), un conjunto de armas de los ss. XVI-XX y una colección de 40 carrozas y carruajes.