Mosteiro de Santa Maria do Bouro
Mosteiro de Santa Maria do Bouro
Monumentos
Situada en una región fértil, esta abadía prosperó rápidamente. Pero cuando el abad de Claraval visitó el lugar en 1533, la vida material y espiritual de este núcleo del Cister se encontraba ya en decadencia.
Con el establecimiento de la Congregación de Alcobaça, la comunidad monástica se revitalizó y el monasterio fue reconstruido entre finales del siglo XVI y el siglo XVII, siendo clausurado, sin embargo, en 1834 y pasando la iglesia al servicio parroquial. De la primitiva iglesia medieval se distinguen tan sólo algunos restos en la pared sur. Lo que vemos hoy es un templo del siglo XVIII encuadrado por dos torres.
En la fachada, a la que se llega subiendo por una vasta escalinata, se encuentran representadas personalidades asociadas al Cister: S. Bernardo, la Virgen de la Asunción y S. Benito, y por encima de ellos contemplamos un gran blasón con las armas de Portugal. El interior es manifiestamente barroco y "rocaille": el altar mayor de talla dorada, las imágenes de S. Benito y S. Bernardo, la sillería del coro, excepcional por la originalidad de los paneles dorados de la segunda mitad del siglo XVII, así como los paneles de azulejos del siglo XVIII en las paredes, que representan pasajes de la vida y leyenda de S. Bernardo.
Los edificios monásticos se fueron construyendo en la parte sur, y de entre ellos destaca, perpendicular a la fachada de la iglesia, una imponente fachada adornada con hornacinas que albergan representaciones escultóricas. La sala del cabildo, la cocina con sus pilas y su monumental chimenea con el refectorio contiguo, así como el bello claustro de colunmas toscanas forman parte hoy del Parador, gracias a una intervención de excepcional calidad, según el proyecto del arquitecto Eduardo Souto Moura.
A poca distancia de allí, vale la pena visitar el Santuario da Senhora da Abadia.
Con el establecimiento de la Congregación de Alcobaça, la comunidad monástica se revitalizó y el monasterio fue reconstruido entre finales del siglo XVI y el siglo XVII, siendo clausurado, sin embargo, en 1834 y pasando la iglesia al servicio parroquial. De la primitiva iglesia medieval se distinguen tan sólo algunos restos en la pared sur. Lo que vemos hoy es un templo del siglo XVIII encuadrado por dos torres.
En la fachada, a la que se llega subiendo por una vasta escalinata, se encuentran representadas personalidades asociadas al Cister: S. Bernardo, la Virgen de la Asunción y S. Benito, y por encima de ellos contemplamos un gran blasón con las armas de Portugal. El interior es manifiestamente barroco y "rocaille": el altar mayor de talla dorada, las imágenes de S. Benito y S. Bernardo, la sillería del coro, excepcional por la originalidad de los paneles dorados de la segunda mitad del siglo XVII, así como los paneles de azulejos del siglo XVIII en las paredes, que representan pasajes de la vida y leyenda de S. Bernardo.
Los edificios monásticos se fueron construyendo en la parte sur, y de entre ellos destaca, perpendicular a la fachada de la iglesia, una imponente fachada adornada con hornacinas que albergan representaciones escultóricas. La sala del cabildo, la cocina con sus pilas y su monumental chimenea con el refectorio contiguo, así como el bello claustro de colunmas toscanas forman parte hoy del Parador, gracias a una intervención de excepcional calidad, según el proyecto del arquitecto Eduardo Souto Moura.
A poca distancia de allí, vale la pena visitar el Santuario da Senhora da Abadia.
Contactos
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Lugar do Terreiro, junto à E.N. nº 308 4720 Vilela (Amares)
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