Otros

La mejor forma de conocer la Judería de Castelo de Vide es realizando un paseo a pié.

Partiendo de la plaza principal D. Pedro V, siga por la Rua de Santa Maria hasta el Castillo, que puede aprovechar para visitar. Baje, después por la cuesta Norte (lado izquierdo) y descubra las marcas de épocas pasadas, que aquí han permanecido de forma sutil.

Las calles, de trazado medieval, revelan en la toponímia la presencia judaica: la Rua da Judiaria, la Rua Nueva, en la que vivían los judíos convertidos llamados nuevos- cristianos, la Rua do Arçario, el tesorero de la comunidad, y la Rua das Espinosas, en honor al filósofo del s. XVII Spinoza, hijo de un habitante de Castelo de Vide.

En la Judería, fíjese en las casas. En el piso bajo, dos puertas comunican con el exterior. Normalmente de granito, una da a la tienda en la que se desarrollaba la actividad comercial y, otra, hacia unas escaleras que dan acceso a los dos pisos superiores, en los que habitaban. En las puertas que aún conservan la estructura gótica ojival, podemos ver símbolos esculpidos y, en el umbral del lado derecho, pequeñas hendiduras excavadas con cerca de 10 cm. son las "mezuzot" (plural de "Mezuzah"), señales evidentes del culto hebraico, donde los judíos colocaban un pequeño pergamino afirmando la profesión de fe, con el nombre de Dios escrito en uno de los lados y en el otro, el Shemah, nombre dado a la primera frase del Libro del Deuterónimo que significa "escucha".

En el cruce de la Rua da Judería con la Rua da Fonte queda la antigua Sinagoga, lugar de reunión de la comunidad y también escuela judaica. Por lo que se sabe, era una simple casa en el s. XII, habiendo sido transformada en templo en el s. XIV. En el siglo XVI, con el Edicto de expulsión de los judíos, volvió a ser una vivienda normal. Dentro de una pared se encontraron un tabernáculo y un pedestal, confirmando su antigua función. El tabernáculo, dividido en dos espacios, servia para guardar los manuscritos sagrados y los santos óleos utilizados en las prácticas religiosas. El pedestal, en el lado izquierdo, era utilizado para posar las Sagradas Escrituras.

Todavía en la Judería, la primera casa de la Rua do Arçario nos cuenta una historia más. Allí vivía la partera o "abafadeira", así llamada por su poder de dar o quitar la vida. En la ventana más alta, aún se ven los apoyos de granito de un tendedero en el que se ponían los paños del parto, manteniendo informado de lo que iba pasando a quien esperaba aquí fuera.

Al bajar por la cuesta Norte, el paseo terminará inevitablemente en la agradable plazoleta en la que queda la Fonte da Vila, uno de los limites de la judería.