Restaurantes y Cafés

El paseo entre Avis y Alcórrego por el campo es corto y agradable, y permite visitar un famoso restaurante de la región a pesar de su nombre popular y modesto: Tasca do Montinho. Esta situado al borde de la carretera en una vivienda de una sola planta encalada de blanco con zócalo amarillo, típica de la aldea alentejana. La entrada se hace por el bar muy acogedor, con un pequeño alpendre sobre la barra parcialmente revestida con ladrillo. La casa tiene suelo de gres y zócalos de ladrillo y bancos, sillas y mesas de madera. Separado por una mampara, el comedor está decorado con mobiliario rústico, mantelería de tela, colores suaves y ambiente familiar, muy hospitalario. 

Pero lo mejor del paseo y la visita es la comida preparada por la propietaria y cocinera, Maria José, que desde el primer momento regenta la cocina. Todo lo que sale de sus manos es de calidad, desde los sencillos torreznos y setas salteadas, que nunca faltan en los entrantes, hasta manjares, como la sopa de tomate con embutidos fritos, la sopa de cazón, las migas de espárragos con carne frita, el gallo de cabidela, el arroz de liebre, la empanada de perdiz o, por encargo, la perdiz estofada, entre otros. Las carnes de cerdo alentejano y de cordero a la parrilla con migas de espárragos, u otra guarnición a elección también son muy apreciadas. La carta facilita la elección, abriendo con cerca de una decena de “sugerencias del día” casi siempre ineludibles. En los postres, todos ellos caseros, se impone la encharcada de nuez y la sericaia. Carta de vinos con una selección del Alentejo y alguno que otro de fuera, que nadie pide. Servicio simpático.