Monumentos

La Basílica Real en el corazón de la villa.

La Iglesia de Nossa Senhora da Conceição, conocida localmente como Basílica Real, fue reconstruida de raíz durante la primera mitad del siglo XVIII, en el sitio de la primitiva sede parroquial gracias al mecenazgo del rey D. João V - el cual, en calidad de maestro de la Orden de Santiago, pretendió homenajear así a la localidad en cuyas inmediaciones había tenido lugar la batalla de Ourique, decisiva para la afirmación de Portugal como reino independiente.

La Batalla de Ourique tuvo lugar el día 25 de julio (día de Santiago) de 1139 y enfrentó al primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques, con las tropas musulmanas, saliendo victorioso el rey portugués.

Es, en la actualidad, la iglesia matriz de Castro Verde y fue en torno a este edificio desde donde se desarrolló el trazado urbano de la localidad.

La grandiosa escala del edificio proyectado por João Antunes, célebre arquitecto de las órdenes militares de Santiago y Avis, lo convierte en una referencia indiscutible del casco urbano, visible desde la distancia. No obstante, el monumento destaca también por su patrimonio integrado y móvil, por su azulejería y pintura mural -en los cuales se exalta la importancia nacional de aquel acontecimiento bélico -, los altares de talla dorada y policromada y el imaginario mariano.

En una de las sacristías se puede visitar un espacio museístico: el Tesoro de la Basílica Real, en el que es posible admirar piezas procedentes de varias parroquias del municipio, como la cabeza-relicario de São Fabião, de Casével, obra maestra de la orfebrería románica peninsular (siglo XIII), la imagen flamenca de Santa Bárbara, de Entradas (siglo XV) y un Crucifijo indo-portugués del siglo XVII, también de esta villa, además de la Custodia de la propia basílica.