Fundada por los romanos, Évora vivió su época dorada a partir del momento en el que fue elegida residencia de reyes y nobles, en el s. XV. Esa importancia histórica, que se refleja en el patrimonio arquitectónico, y el hecho de haberse consolidado como centro de ciencia y conocimiento con la creación de la Universidad en el s. XVI, merecieron el reconocimiento de UNESCO como Patrimonio Mundial, lo que justifica más si cabe su visita.

Es una ciudad con unas condiciones que permiten definir un itinerario accesible entre los diversos puntos de interés, ya que la mayoría de las calles no presenta una gran pendiente. No obstante, algunas barreras obligan a que la visita en silla de ruedas tenga que realizarse acompañada, no existe pavimento táctil en la ciudad y los avisadores acústicos en los pasos de peatones, que en su mayoría disponen de rebajes, son muy puntuales.

Siga este itinerario con el mapa

Praça do Giraldo - Iglesia de Santo Antão (7) - Catedral (8) - Forum Eugénio de Almeida (10) - Templo Romano (11) - Museo de Évora (9) - Iglesia de Graça (6) - Iglesia de São Francisco (5) - Jardín Municipal y Palacio de D. Manuel (2) - Ermita de San Blas (1)

Photo: Praça do Giraldo, Évora by Pack-Shot / Shutterstock

Una visita a Évora comienza, evidentemente, en Praça do Giraldo, el centro de la ciudad y el punto de encuentro por excelencia. Por norma, en el centro histórico, el pavimento se encuentra en buen estado de conservación, con calles peatonales amplias y pasillos centrales de losas de granito que facilitan el desplazamiento, y evitan, de esta forma, las barreras comerciales existentes, como terrazas y expositores exteriores.

En uno de los extremos de la plaza, se encuentra la Iglesia de Santo Antão y una fuente, ambas del s. XVI. Salvando los escalones de entrada a la iglesia, el interior es amplio y permite disfrutar con facilidad del arte sacro del altar mayor y de las capillas laterales, en particular de las pinturas y de la talla dorada. En el exterior, cabe mencionar la fuente de mármol, con cuatro caños, uno por cada calle que sale de la plaza.

Para comenzar el primer recorrido, tome la accesible Rua 5 de Outubro para llegar a la catedral, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad con sus dos torres asimétricas. La catedral gótica, la mayor en Portugal, tiene escalones, desniveles y barreras, tanto en la entrada como en el interior, que dificultan la visita a personas con movilidad reducida. De vuelta a Rua 5 de Outubro y a Largo do Marquês de Marialva, tome en dirección al antiguo Palacio de la Inquisición (Palácio da Inquisição), actualmente Fórum Eugénio de Almeida, un espacio cultural parcialmente accesible. Muy cerca, se encuentran el Templo Romano, uno de los monumentos más importantes de la ciudad, con un entorno accesible, y el Museo de Évora (Museu de Évora), con espacios adaptados a personas con movilidad reducida y servicios de asistencia disponibles para personas con discapacidad visual.

Volviendo a Praça do Giraldo, se puede realizar un segundo recorrido tomando por Rua da República. A la derecha se encuentra Largo da Graça, con la iglesia manierista del mismo nombre, donde la entrada solo se ve dificultada por un único escalón. Al tratarse de un buen ejemplo de arquitectura de la época, merece la pena su visita. En las esquinas de la parte superior, cuatro robustos atlantes, que simbolizan 4 ríos, reciben el nombre popular de “Meninos da Graça”. Retomando Rua da República, a la izquierda se encuentra la Praça 1º de Maio, con la Iglesia gótica de San Francisco (Igreja gótica de São Francisco).  La entrada es accesible y la circulación en su interior se realiza por espacios amplios, sin barreras. Solo existe un escalón en el acceso a la singular capilla de los Huesos (Capela dos Ossos), construida en el s. XVII.

Photo: Palácio de D. Manuel, Évora by André Gonçalves / Shutterstock

Desde ahí, puede seguir hacia el Jardín Municipal y Palacio de D. Manuel (Jardim Municipal e Palácio de D. Manuel), un espacio público muy agradable donde puede descansar y relajarse un poco. El extremo del jardín señala los antiguos límites de la ciudad y una de las entradas de la muralla. Pasando Rossio, el recorrido termina en la Ermita de San Blas (Ermida de São Brás), construida en el s. XV y uno de los primeros ejemplos de arquitectura manuelino-mudéjar, muy difundida en el Alentejo, donde la influencia de la presencia árabe es mayor.

Évora es una ciudad hospitalaria, con una larga historia, en la que cada paseo, por muy sencillo que sea, se puede convertir en un descubrimiento, bien por los detalles que se encuentran en los edificios más antiguos y en las casas señoriales, bien en otros puntos de interés patrimonial o en el espíritu joven e informal que la presencia de la universidad aporta a la ciudad.