Mirar alrededor y no ver ningún tipo de construcción en el horizonte... solo la exuberante naturaleza, calas y hortensias, criptomerias y cedros, y la tranquilidad de las islas de las Azores, siempre con el océano Atlántico acechando. 

La morfología de los greens invita a caminar. El clima suave permite jugar en cualquier estación del año en los tres campos del archipiélago: Batalha y Furnas, en la isla de São Miguel, y Clube de Golfe da Ilha Terceira, en la isla homónima, que ofrecen recorridos adecuados tanto para principiantes como para profesionales. Para quien busca una modalidad más desenfadada, por pura diversión, puede practicar en las Azores una interpretación más libre del golf, con reglas similares, entre pastos y terrenos agrícolas, lejos de los greens oficiales. 

Photo: Batalha Golf Course

Es un deporte que está ganando adeptos en estas islas de enorme belleza, donde se disfruta del silencio y de una tranquilidad inusuales, pero en las que no faltan programas para hacer antes o después del golf, para probar la gastronomía local y admirar la naturaleza en estado casi salvaje. Puede visitar volcanes y grandes lagunas, viñas catalogadas que se expanden y crecen en rocas basálticas, la isla de Pico, y una pequeña ciudad que es Patrimonio Mundial de la UNESCO, Angra do Heroísmo. En el mar, se puede dar un paseo en barco, practicar submarinismo, hacer surf en spots de calidad mundial y observar las ballenas, entre muchas otras actividades que se pueden realizar para disfrutar de la naturaleza a fondo.