Monumentos

Iglesia de Nuestra Señora de la Lapa
En 1754, el fundador de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Lapa, el sacerdote brasileño Ângelo Sequeira, predicaba por la ciudad de Oporto con la intención de construir una capilla en honor a la Señora de la Lapa. Fruto de las generosas limosnas de los fieles, al año siguiente construyó la capilla de Nuestra Señora de la Lapa de las Confesiones.

Dos años más tarde, la Mesa de Gestoría de la Hermandad decidió construir una nueva iglesia, según la traza del arquitecto José de Figueiredo Seixas (? – 1773). A causa de la escasez de recursos y de las invasiones francesas, la construcción de la nueva iglesia se alargó más de 100 años (1756-1863). Desde 1835, por la voluntad de su hija D. Maria II, la iglesia guarda el corazón del rey D. Pedro IV, acogido, desde 1987, por un mausoleo construido por Costa Lima, el cual puede verse en la capilla mayor, en el lado del Evangelio.

Recientemente, en 1995, la iglesia adquirió un monumental órgano de tubos, el ex libris de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Lapa, pues es uno de los mejores y más bellos de toda la Península. Este órgano constituye, además, una pieza fundamental en la concretización de los famosos conciertos impulsados por la Iglesia.

Cementerio de Nuestra Señora de la Lapa
El Cementerio de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Lapa Nuestra Señora de la Lapa es el más antiguo cementerio romántico portugués, construido como respuesta a la epidemia de cólera que resultó en el sacrificio de muchos “portuenses” (habitantes de Oporto).

Sin embargo, desde 1833 la Hermandad pretendía encontrar un lugar para enterrar noblemente a sus hermanos. Las magníficas capillas funerarias, erigidas por la burguesía portuense enterrada aquí, hacen de este cementerio un verdadero "museo de la muerte", ejemplo ilustrativo de la mejor arte funeraria del periodo romántico.

En este reposan personajes importantes de la cultura portuguesa, como los escritores Arnaldo Gama, Camilo Castelo Branco y Soares de Passos, el arquitecto Marques da Silva, el artista  Marques de Oliveira, así como el Obispo D. Manuel de Santa Inês y el empresario José Ferreira Borges, entre muchos otros.