Pavilhão de Caça
Restaurantes y Cafés
Integrado en el Hotel Rural Vila Galé Clube de Campo y en el enoturismo de la Casa de Santa Vitória, que se extiende a lo largo de 1.620 hectáreas, entre grandes viñedos y olivares, a 25 kilómetros de Beja, el restaurante Pavilhão de Caça ofrece un ambiente rústico con discreta sofisticación. Un amplio salón con suelo de gres, columnas y techo revestidos de madera, sillas y mesas también de madera, mantelería blanca, chimenea, botellero, barra y grandes ventanas con cortinas para controlar los excesos de luz, conjuga la ruralidad con la comodidad y elegancia adecuados al lugar en el que se encuentra y a la función que representa. Su cocina es tradicional portuguesa, en la que predominan los sabores alentejanos.
Si el espacio deleita a la vista, la cocina hace lo propio con el paladar. Siempre que el número de comensales así lo justifica funciona en sistema de bufé y cuenta con una oferta muy amplia, a base de platos alentejanos, sin renunciar nunca al servicio a la carta. Es muy interesante observar que la carta incluye, delante de cada plato, un maridaje de vino como sugerencia. Entre las delicias más apreciadas están los entrantes: el crujiente de farinheira caramelizado con naranja y los espárragos verdes con huevos revueltos. En los platos principales destaca el pulpo asado à lagareiro, la carrillada de cerdo asada, y el jabalí estofado, estos dos últimos con vino tinto Santa Vitória. Y, entre los postres, protagonismo para el requesón con compota casera de calabaza y la sericaia con Ciruela de Elvas DOP. Carta de vinos de la Casa Santa Vitória, excepto un champán y un vino espumoso. Hay dos visitas diarias gratuitas y guiadas a la bodega, que está a unos 150 metros del restaurante. Servicio atento y simpático.
13:00 - 15:00; 19:30 - 22:30
Cerrado el mes de enero
Especialidad
Carrillada de cerdo asada con vino Santa Vitória, plato de elaboración genuinamente alentejana, bien guarnecido con patata menuda y tomate cherry.
Valor añadido
El ambiente familiar, que no choca con la sofisticación del hotel de cuatro estrellas en el que se encuentra, la opción firme por la gastronomía regional y la apuesta fuerte por los vinos de producción propia convierten el Pavilhão de Caça en un restaurante singular.