Restaurantes y Cafés

De un mesón que llevaba cerrado muchos años y del taller de un herrero situado en el piso inferior nació, después de una profunda remodelación, un restaurante con modernas instalaciones y cocina tradicional portuguesa y regional alentejana. Del mesón solo conserva la memoria; de la herrería aún conserva la forja y el ladrillo burrito en la pared. El espacio es atractivo y el ambiente tiene encanto: salón a lo largo, paredes blancas rasgadas a media altura para servir de botellero, barra, mesas amplias, sillas muy cómodas, mantelería de tela, buena cristalería. Además del salón principal, existe otro reservado en el sótano, con entrada independiente, y un entrepiso con lounge y terraza, destinado a la celebración de eventos. 

La carta es extensa y diversificada, y en ella destacan los platos alentejanos. Tiene entrantes típicamente regionales, como los huevos con espárragos, el chorizo casero alentejano o los platos de Queso Serpa DOP y de lomo embuchado, y otras comunes a diversas regiones de Portugal, como las judías verdes rebozadas y las setas salteadas con jamón. Cabe destacar los platos alentejanos, desde las sopas de tomate con bacalao hasta la açorda de ajo, la sopa de cazón, y las migas con carne de cerdo alentejano a la parrilla. Pero también hay que incluir en las especialidades el bacalao a la Dr. Faustino – frito con cebolla y pimientos –, o el pulpo à lagareiro y las carnes de cerdo alentejano a la parrilla (abanicos, solomillo y secretos). Repostería tradicional en la que destaca un trío: encharcada, sericaia con Ciruela de Elvas DOP y queso fresco con miel y canela. Carta de vinos centrada en el Alentejo, pero con un poco de todo.