La Orden Religiosa y Militar de Avis
La Orden Religiosa y Militar de Avis
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El origen de la Orden de los caballeros de S. Bento de Avis se remonta a la Reconquista cristiana, a mediados del s. XII. Con sede en Évora, inicialmente con el nombre de Frailes de Évora, después de que esta ciudad hubiese sido conquistada a los árabes. Dependiendo de la Orden española de Calatrava, llegó a tener el nombre de Milicia de Évora de la Orden de Calatrava, de la cual se desvinculó y tomó definitivamente el nombre de Orden de Avis cuando, en 1211, el rey Afonso II donó a los frailes el lugar de Avis, con la condición de que lo poblasen y allí irguiesen un castillo.
Su primer maestro fue Fernão de Anes (1196-1219), a quien se debe la edificación de la aldea y del castillo y el último, Fernão Rodrigues de Sequeira, que murió en 1433 y reposa en el interior de la iglesia conventual.
La gran personalidad de la Orden seria D. João, Maestro de Avis, hijo bastardo de D. Pedro I, elevado al trono de Portugal por voluntad de su pueblo tras el paréntesis de 1383-1385. De esta forma, el nombre de la Orden quedó vinculado a la Dinastía de Avis, la más notable de las dinastías portuguesas, promotora de toda la estrategia que llevó a Portugal a optar por una vocación de expansión atlántica que culminaría en los Grandes Descubrimientos. A partir de D. João I cesó el gobierno de los maestros elegidos por los capítulos de la Orden y ésta comenzó a tener gobernadores y administradores elegidos por la Corona, el primero de ellos fue uno de los hijos del propio rey, D. Fernando, el Santo, que murió martirizado en Ceuta.
Los frailes usaban un manto blanco con cordones hasta los pies, y una cruz verde rematada con flores de lis, insignia de la Orden.
Su primer maestro fue Fernão de Anes (1196-1219), a quien se debe la edificación de la aldea y del castillo y el último, Fernão Rodrigues de Sequeira, que murió en 1433 y reposa en el interior de la iglesia conventual.
La gran personalidad de la Orden seria D. João, Maestro de Avis, hijo bastardo de D. Pedro I, elevado al trono de Portugal por voluntad de su pueblo tras el paréntesis de 1383-1385. De esta forma, el nombre de la Orden quedó vinculado a la Dinastía de Avis, la más notable de las dinastías portuguesas, promotora de toda la estrategia que llevó a Portugal a optar por una vocación de expansión atlántica que culminaría en los Grandes Descubrimientos. A partir de D. João I cesó el gobierno de los maestros elegidos por los capítulos de la Orden y ésta comenzó a tener gobernadores y administradores elegidos por la Corona, el primero de ellos fue uno de los hijos del propio rey, D. Fernando, el Santo, que murió martirizado en Ceuta.
Los frailes usaban un manto blanco con cordones hasta los pies, y una cruz verde rematada con flores de lis, insignia de la Orden.