A Palmeira
Restaurantes y Cafés
En Cabeção, un pequeño pueblo a una decena de kilómetros de Mora, la tradición de la caza inspira a los espíritus dedicados a las artes culinarias a crear platos emblemáticos capaces de hacer que los amantes de la buena mesa se desplacen hasta allí. Es el caso del restaurante A Palmeira que, a pesar de su sencilla decoración, ofrece manjares de reconocida reputación, como liebre con judías, sopa da panela de paloma zurita, ensopado de liebre, arroz de liebre y arroz de paloma zurita. Por nombrar algunos, pues la carta es extensa y abre con entrantes que fácilmente pueden constituir una comida completa: torreznos, espárragos y embutidos variados de cerdo alentejano, además de los quesos regionales.
En el apartado de las sopas, la elección se divide entre la de cazón, el gazpacho alentejano y la açorda alentejana, con o sin bacalao, mientras que en los pescados son particularmente solicitadas las migas de bacalao a la alentejana, el bacalao à lagareiro con patatas aplastadas al horno y el bacalao a la Palmeira, aunque siempre hay pescado fresco para asar a la brasa. Las carnes son, sin duda, las que más alimentan la vena creativa de Guilhermina, madre de João Cravidão, que regenta el comedor, quien, además de perpetuar parte del recetario regional y familiar, deja su impronta y aporta condimentos propios a platos consagrados, como las migas de espárragos con carne de cerdo frita, la carne de alguidar con migas de patata y los afamados cordero asado al horno y arroz de cabidela de gallina.
Lo mismo cabe decir de la repostería, casera, en la que resalta, además de los conventuales y la mousse de chocolate, una receta familiar: torta de almendra, calabaza de cidra y huevos confitados. Merece atención el vino tinto de la casa, producido en una finca gestionada por los hermanos de João, cuyas principales variedades son trincadeira y aragonês. El servicio es eficiente y familiar.
12:00 - 15:00; 19:00 - 22:00
Cerrado los martes
Especialidad
Sopa da panela de paloma zurita, en la que el ave se cocina con trocitos de tocinos, chorizo y morcilla, y se acompaña de patatas, zanahorias y garbanzos, cocidos por separado en el caldo sobrante de las carnes. Llega a la mesa en cazuela de barro, perfumada con pequeños ramitos de hierbabuena y se sirve en plato hondo, previamente forrado con finas rebanadas de pan alentejano.
Valor añadido
Cabe destacar la caza y los productos regionales, especialmente la paloma y la liebre, los espárragos en su tiempo, los quesos y embutidos que hacen justicia a la fama granjeada en todo el país por estos productos típicamente alentejanos.