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Culto mariano en una villa de reinas.

Según la tradición, el origen de esta iglesia se remonta al período visigodo, después de haber sido convertida en mezquita durante la época musulmana y reconvertida al cristianismo después de que Afonso Henriques conquistara la villa en el año 1148, consagrándose al culto mariano.

A partir de 1210, la villa de Óbidos, pasó a pertenecer a la Casa de las Reinas y se benefició del mecenazgo artístico y religioso de la Corona durante los seiscientos años siguientes. Las diversas intervenciones en la iglesia de Santa Maria son un testimonio de este hecho.

El templo que se levanta actualmente en la Plaza de Santa Maria, al fondo de la Rua Direita, data del siglo XVI y fue construido por iniciativa de la reina Leonor, esposa de JoãoII Fue en esta iglesia donde se casó el 15 de agosto de 1441 el infante D. Afonso (más tarde rey Afonso V de Portugal) con su prima D.ª Isabel, cuando él tenía diez años y ella ocho. A partir de 1571, dado su estado ruinoso, fue remodelada a fondo por orden de la reina Catalina de Austria, pasando a tener su actual configuración.

A la entrada, sobre el portal manierista, se ve una imagen de Nossa Senhora da Assunção, patrona de la parroquia. Junto al altar se puede apreciar el sepulcro renacentista de D. João de Noronha ("El Mozo"), que fue alcalde mayor de Óbidos en el siglo XVI, una obra maestra de la escultura sobre tumba renacentista atribuida al francés Nicolau Chanterenne. Además, pueden contemplarse pinturas de Baltazar Gomes Figueira y de la famosa Josefa de Óbidos (1634-1684), que combinó lo profano y lo sagrado en ambientes de suave sensualidad y misticismo, como el retablo de 1611, que representa el matrimonio místico de Santa Catalina y está expuesto en la sacristía. Gran parte de la obra de esta notable pintora (y del acervo de la iglesia) está conservada en los museos, en concreto en el de Óbidos. Las paredes, revestidas de arriba abajo con azulejos del siglo XVIII y la cubierta de madera pintada producen un hermoso efecto decorativo diseñado por Francisco de Azevedo Caminha también en el siglo XVII.

En la plaza frente a la iglesia, la picota de piedra está decorada con una red de pesca. La reina Leonor quiso rendir homenaje así a los pescadores que recogieron en una red el cuerpo de su hijo Afonso fallecido a consecuencia de una caída de caballo junto a la orilla del Tajo.