O Pelourinho
Restaurantes y Cafés
Instalado en una casa típicamente alentejana, en el corazón de Arraiolos, el restaurante O Pelourinho abrió a principios de la década del 2000 y desde el primer momento sedujo a la clientela por la sencillez de su cocina, bien elaborada, y por algunas buenas propuestas de marisco y pescado, poco frecuentes en la región.
El amplio salón, con suelo de gres rústico y grandes ventanas, tiene en una de las paredes, como máximo exponente de la decoración, la reproducción de una plaza alentejana y en las demás, arcos simulados de ladrillo burrito. Un gran vivero de marisco atrae la atención de quien entra, así como las cazuelas (cataplanas) colgadas al fondo de la barra que da a la cocina a la vista de los clientes. Ahí, quien dicta las normas es doña Adelaide, de cuyas manos salen argumentos suficientes para que el sitio guste. La carta es variada y comienza con deliciosos entrantes: ensaladas de pulpo, huevos de codorniz, pimientos, garbanzos con bacalao, setas, chorizo asado, farinheira asada y revuelto de huevos.
En los platos principales, sobresalen, entre los mariscos: el arroz de bogavante, las gambas cocidas, el buey de mar, las gambas al ajillo y la mariscada. En los pescados, el arroz de rape, la pasta caldosa con pescado, el bacalao a la brasa o de la casa, los jurelitos con arroz de tomate y los chopitos a la algarvia. En las carnes, son irresistibles las láminas de ajo con carne frita, las migas de tomate con carne de alguidar y las migas de cilantro o espárragos con plumas, además del filete y las chuletas de ternera o cordero asados al carbón
Todos los dulces están hechos en la casa con maestría, como lo demuestran la delicia de requesón, el tocino de Arraiolos, la sericaia, el flan de huevos y las farófias. Buena carta de vinos mayormente alentejanos.
12:00 - 22:00
Especialidad
Además del marisco, hay un plato que aventaja a todos los demás en los pedidos: cordero en cazuela a la Pelourinho. Es un estofado en vino blanco, abundante cebolla, perejil y laurel, a fuego lento y con tiempo. Una muy grata sorpresa.
Valor añadido
Se diferencia por la posibilidad que ofrece, a quien lo desee, de comer marisco fresco en el interior del Alentejo, desde gambas al ajillo, arroz de bogavante o buey de mar, entre otros. Siempre con los aliños de la región, claro está.