Silves
Localidade
Silves
Situada en una colina de la Sierra de Monchique, Silves debe su fundación y desarrollo al río Arade, importante vía de comunicación que atrajo el asentamiento de pueblos desde la Edad de Hierro, 3.000 años antes de Cristo.
El Arade era también la puerta de entrada de los romanos, que explotaban aquí el cobre y comerciaban con otros productos como aceite de oliva, vino, frutos secos y sal.
En el siglo V llegaron los visigodos, que permanecieron hasta el siglo VIII, cuando el territorio del sur fue ocupado por los musulmanes. De esta época data la gran prosperidad de Silves. Fue entonces una importante ciudad, centro comercial y cultural, capital regional de uno de los reinos de taifas.
De los diversos pueblos que pasaron por la ciudad, fueron los musulmanes los que dejaron una huella más profunda, y fue a partir de esta época cuando se definió el trazado urbano actual.
Dado el gran protagonismo que adquirió como centro cultural y político de la Garb Al Andaluz (nombre que recibe la península suroccidental de Al Andaluz, hoy Algarve), diversos autores, poetas y geógrafos se refieren a la Xelb islámica como la ciudad musulmana más importante de la Garb, conocida como la "Bagdad del Occidente".
Tras un ataque fallido de los cristianos liderados por el rey Sancho I de Portugal, en 1189, Silves fue conquistada definitivamente por el rey Alfonso III de Portugal, en 1242, con la ayuda de las tropas de Paio Peres Correia, Maestre de la Orden de Santiago.
Silves se convierte en sede de un obispado, construye su catedral sobre las ruinas de la antigua mezquita y se convierte en la capital de todo el Algarve.
Manteniendo su importancia económica, en el siglo XV Silves fue testigo de la participación activa de sus gentes, por parte del Infante D. Henrique, en los viajes marítimos a través de las fronteras portuguesas.
La caída de esta localidad comenzó con el impedimento de la navegabilidad debido al encenagamiento del río y el traslado del obispado a Faro a mediados del siglo XVI.
La ciudad quedó gravemente destruida por el terremoto de 1755 y sólo la revolución industrial del siglo XIX, especialmente con la explotación del corcho y la comercialización de frutos secos, le daría un nuevo impulso. Varias casas de la burguesía emergente de esta época marcan el paisaje urbano de Silves.
En el siglo XX, la construcción de la presa de Arade, junto con importantes infraestructuras de regadío, elevó a este municipio al centro nacional más importante de producción de naranjas.