Restaurantes y Cafés

Se presenta como cafetería y restaurante, y cualquiera de las dos designaciones le sienta bien. Ocupa una grande y tradicional casa alentejana, encalada con zócalos azules, y ofrece dos diferentes espacios: el del bar, espacioso, donde se tapea, se lee el periódico en un ambiente informal y familiar, y el salón comedor que aunque más sofisticado, mantiene algo de pintoresco con los zócalos de azulejos, las paredes blancas, el imponente aparador tradicional y el panel de azulejos que evocan la temporada de siega.  

La carta es muy extensa y sorprende ante todo por las especialidades de caza, como por ejemplo: arroz de liebre, ensopados de jabalí, de liebre y de venado. El jabalí y el venado asado al horno y la liebre con alubias blancas. Las migas son otro de los puntos fuertes de la casa, tanto las de espárragos como las de patata, para acompañar diferentes carnes, todas ellas elaboradas según la tradición alentejana, en forma de lagartos de cerdo alentejano o carne de alguidar, a guisa de ejemplo. 

Por lo demás, entre los favoritos se cuentan, en los entrantes: torreznos, morcón de cerdo alentejano, conejo a la vinagreta, setas salteadas, hígado y presas a la vinagreta; en los platos principales de elaboración alentejana: açorda de bacalao, sopa de cazón, alubias guisadas con sepia, abanicos de cerdo alentejano, cordero al horno, ensopado de cordero, manitas con cilantro y secretos de cerdo alentejano. 

En los postres, todos ellos caseros, sobresale el flan de miel, la tarta de requesón, la serradura y el flan de almendra, entre otros. Carta de vinos con referencias a productores, casi todos alentejanos. Servicio amable y competente.