Azores
En la inmensidad azul del Atlántico, la madre naturaleza creó una tierra repleta de belleza natural y que espera a que la exploren: el archipiélago de las Azores.
Al este, en la isla de Santa María, las playas son cálidas y de arena clara, y los viñedos que cubren las laderas dispuestas en anfiteatro recuerdan a escaleras para gigantes. São Miguel, la mayor isla, cautiva por sus lagunas de Sete Cidades y de Fogo. La fuerza que emana de la tierra se deja sentir en los géiseres, en las aguas termales calientes y en los lagos volcánicos, así como en el sabroso “cocido de Furnas”, que se cocina lentamente en el interior de la tierra.
Photo: Ponta Delgada, Açores
En el Grupo Central, las islas Terceira, São Jorge, Pico, Faial y Graciosa se disponen armoniosamente en el mar azul en el cual rondan ballenas y delfines que hacen las delicias de los visitantes. Terceira habla de la historia en sus fiestas y también en Angra do Heroísmo, catalogada como Patrimonio Mundial. Faial es el fresco azul de las hortensias, el puerto deportivo coloreado por las pinturas de los navegantes llegados de todo el mundo y el volcán de Capelinhos que, ahora inactivo, recuerda a un paisaje lunar. Enfrente, Pico, la montaña que nace del mar con sus viñedos plantados en negros campos de lava, un cultivo único que también está considerado Patrimonio de la Humanidad. En São Jorge, destacan las fajãs y su queso, especialidad única y de sabor inconfundible. Graciosa de nombre y de apariencia, esta isla verde tiene campos cubiertos de viñas que contrastan con sus peculiares molinos de viento.
Photo: Ilha do Corvo, Açores
En el grupo occidental, en la isla de Flores, nos deslumbra la belleza de las cascadas naturales y de las lagunas excavadas por volcanes. Corvo, la isla miniatura, tiene en su centro una amplia y bella caldera y atrae a varias especies de aves venidas no solo del continente europeo sino también del americano.
Estas son las Azores. Nueve islas, nueve pequeños mundos, que tienen tanto en común como de diferente, pero en las que la todos sus habitantes comparten su simpatía.