Animación en Madeira
Madeira es un destino muy animado con un calendario repleto de espectáculos, fiestas y exposiciones.
Este archipiélago de naturaleza inusitada, conocido por su clima de eterna primavera y por el paisaje exuberante, no es solo un lugar privilegiado para relajarse. En Madeira, podemos disfrutar de una amplia oferta cultural, deportiva y popular, de enero a diciembre, en la que no faltan oportunidades para distraernos y disfrutar de todo lo que estas islas nos ofrecen. Estos eventos, que cuentan con el entusiasmo de la población, son, por mérito propio, buenos motivos de visita y contribuyen a que unas vacaciones resulten inolvidables.
Cabe destacar el Carnaval, que durante cinco días consecutivos decora las calles de Funchal con motivos luminosos y las llena con la música de bandas filarmónicas y desfiles carnavalescos que llevan el buen humor a todo el centro de la ciudad. Resulta casi imposible no dejarse contagiar y desfilar con los lugareños.
La primavera en Madeira recibe honores de reina, coronada con la Fiesta de la flor, que todos los años se celebra en Funchal después de Semana Santa. Decenas de carrozas alegóricas, adornadas con múltiples flores típicas de la isla, dejan en el aire suaves perfumes mientras recorren las calles de la ciudad en el gran desfile de la Flor.
En junio, con el Festival del Atlántico, la animación y la cultura, mano a mano, transforman en un gran escenario la capital madeirense. Todos los sábados por la noche se celebran conciertos, en los que el esplendor de los fuegos artificiales se conjuga armoniosamente con la música, proporcionando momentos únicos de alegría y color.
A principios de septiembre, momento en el que en toda la isla comienza la vendimia, tiene lugar la Fiesta del vino de Madeira. Esta fiesta intenta recrear y restablecer viejos y ancestrales hábitos de la población madeirense, que datan de los comienzos del asentamiento en la isla. Mientras en el centro de Funchal se celebran diversos espectáculos alegóricos de luz, sonido y folclore alusivos al vino y a la vendimia, en la parroquia de Estreito de Câmara de Lobos la fiesta comienza con la vendimia en vivo. La recogida de la uva, los desfiles de vendimiadores, el pisado de la uva y el resto del ritual de la aldea típica madeirense son momentos que viven con entusiasmo todos los que asisten a las festividades y a los cuales se invita a participar.
También en septiembre, Vila Baleira, en Porto Santo, dedica una semana al navegante Cristóbal Coón, que pasó algunos años de su vida en esta isla. El Festival de Colombo pretende recordar los pasos y vivencias de este navegante por el archipiélago de Madeira, así como toda la epopeya de la época de los Descubrimientos. Mucha música, exposiciones, animación callejera, escenificación de ambientes de la época, entre los que destaca especialmente la recreación del desembarco de Colón y de sus acompañantes en el muelle de la ciudad, marcan esta semana “histórica”.
En octubre, Madeira lleva a cabo el Festival de la Naturaleza en el que celebra, junto con sus visitantes, lo mejor que tiene. Tanto por tierra como por aire, las elecciones son muy diversas y todos pueden realizar las actividades de un variado abanico de ofertas para todas las edades. A estas actividades se suman muchas otras, en una fiesta que asocia el deporte, la animación, la etnografía y la cultura madeirense.
Con el final del año, las fiestas adquieren aún más significado con el verdadero emblema de Madeira, las Fiestas de Fin de Año. Las tradiciones cristianas de la época navideña se compaginan con las manifestaciones de alegría por la llegada de un nuevo año en un programa rico y amplio que abarca todo el mes de diciembre y que se prolonga hasta el día de Reyes, el 6 de enero. Una isla en fiesta, en los hoteles, en los restaurantes, en los bares y en las calles, que para celebrar el fin de año ilumina los cielos de Funchal con fuegos artificiales durante, aproximadamente, diez minutos. Es sin duda un auténtico amanecer que saluda la llegada de un nuevo año.
Pero si no tenemos la suerte de estar aquí durante uno de estos grandes eventos, en Madeira siempre encontraremos otros motivos de animación.
Después de un día completo, nada como relajarse en la noche madeirense. El famoso vino de Madeira y las bebidas típicas, como la Poncha, son buenas sugerencias para comenzar la noche. También podemos probar suerte en el Casino de Madeira que, además de las diversas salas de juegos, cuenta con una discoteca con espectáculos musicales en vivo.
La isla de Porto Santo también cuenta con bares, en los que podemos acabar el día y comenzar una animada noche, que solo terminará entrada la madrugada, en la zona lúdica de Penedo do Sono.
Con un sinfín de opciones y con buenas razones para aprovechar plenamente el tiempo libre, unas vacaciones en las islas de Madeira y de Porto Santo resultarán, con total seguridad, inolvidables y animadas.