Porto de Mós
Localidade
Se cree que el nombre de Porto de Mós se originó durante la ocupación romana, cuando el río Lena era navegable y había un puerto en esta localidad donde se cargaban y descargaban piedras de molino procedentes de una cantera de la región.
La ocupación milenaria queda bien patente en el Museo Municipal, donde se exponen diversos fósiles y testimonios de la ocupación humana en distintas épocas, como objetos de piedra lascada y pulida del Paleolítico y del Neolítico, monedas y lanzas de hierro.
Entre las aldeas tradicionales y los molinos de piedra, se conservan vestigios del paso de los dinosaurios, en el sendero de Pedreira do Galinha, y de la ocupación romana, de la cual la calzada de Alqueidão da Serra constituye el mejor ejemplo. Dedicado a las primeras eras de las que quedan vestigios, el Mirador del Jurásico es un monumento formado por 15 bloques de piedra caliza que representan las principales épocas de ese periodo. El monumento se encuentra a 500 metros de altitud y ofrece una vista despejada que permite ver el Monasterio de Batalha y del castillo de Porto de Mós.
El castillo fue reconstruido por orden del rey Sancho I en el s. XIII y, dos siglos más tarde, se transformó en un palacio fortificado con un trazado insólito, que se ha mantenido hasta nuestros días.
En las proximidades, hay varios lugares que merece la pena visitar, como, por ejemplo, el Arco de la Memoria, en la pedanía de Arrimal. Fue construido a finales del siglo XVI por los monjes cistercienses para delimitar los cotos donados por Afonso Henriques, primer rey de Portugal. Otro hito histórico del municipio es el CIBA (Centro de Interpretación de la Batalla de Aljubarrota), situado en la zona donde, en 1385, tuvo lugar la batalla que condujo a la continuidad de la independencia de Portugal. El centro alberga varias zonas de exposición donde podrá conocer más sobre este episodio histórico.
En Mira de Aire, el MIAT (Museo Industrial y Artesanal del Textil) detalla el periodo en el que la región era uno de los mayores centros de esta industria del país. Cuenta con espacios de exposición permanente con maquinaria y objetos de la época, y salas interactivas que narran el proceso de producción.
En Juncal destacan dos espacios religiosos: la capilla de Nuestra Señora de Fátima y Casa Solarenga y la iglesia de San Miguel. La capilla se construyó en el siglo XX para dar cumplimiento a una promesa realizada a la Virgen de Fátima. De la iglesia se tiene constancia de su existencia desde el siglo XVI, cuando no era más que una capilla, aunque con el mismo patrón.
Porto de Mós se encuentra en el Parque Natural de las Sierras de Aire y Candeeiros, con sus laderas de piedra caliza, cuyo interior alberga bellas galerías que pueden visitarse en grutas como las de Santo António, Alvados y Mira d`Aire.
La piedra caliza se utilizaba en la arquitectura de la región y aún hoy pueden verse los muros de piedra seca diseminados por la sierra. Para apreciar mejor el paisaje, no se pierda el mirador de Chão das Pias. Con una vista despejada de la ciudad y del valle del río Lena, el mirador alberga una obra de arte urbano de Rui Basílio en honor a los muros.
Sin salir del parque natural, le recomendamos visitar la laguna de Alvados y las lagunas de Arrimal. La laguna de Alvados era antiguamente un lugar donde la gente lavaba la ropa y, desde hace mucho tiempo, es el escenario de los bailes del Jueves de Espiga (normalmente en mayo, 40 días después del Domingo de Resurrección). Las lagunas de Arrimal son tres masas de agua resultantes de la acumulación del agua de lluvia que se utilizan para el riego. Son espacios apacibles que invitan a hacer un pícnic junto al agua.
Reutilizando infraestructuras que en su día fueron de utilidad práctica para la población, dé un paseo por la vía verde trazada sobre las antiguas vías férreas de Bezerra, que pasa por túneles excavados en la piedra y ofrece impresionantes vistas de la sierra de Candeeiros.
Para terminar el recorrido, puede aprovechar para reponer fuerzas en el Parque Almirante Vítor Trigueiros Crespo – Parque Verde, en Porto de Mós. El parque, con una superficie de 700 m2, cuenta con un extraordinario entorno paisajístico, desde donde se puede disfrutar de la vista de la sierra circundante y del castillo del pueblo.
No pierda la oportunidad de visitar un municipio tan rico en historia y patrimonio natural.

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