Monumentos

Marcando uno de los puntos de vigía medievales y una de las entradas en la ciudad, la Torre de Santiago aun conserva su apariencia medieval contrastando con la decoración "rocaille" que cubre la fachada Norte. Esta se divide en dos manifestaciones: la superior está caracterizada por el reloj de piedra y por la torre del campanario y la inferior por el oratorio de Nuestra Señora de la Torre que fue introducida aquí en el s. XVIII.

La capilla es de la autoría de André Soares y su construcción se debe a una acción de gracias a la Virgen, por la protección al colegio durante el gran terremoto de 1755 que causó grandes estragos en todo el país.

Hacia el Norte se encuentra el Largo de San Paulo delimitado por el imponente edificio del colegio Jesuita de Santiago, que comunicaba directamente con la Torre. Estos pasadizos se encuentran actualmente tapiados. Pasando la puerta de Santiago, a la izquierda, encontramos la entrada noble del colegio y el Palacio de los Falcões.