Mosteiro dos Jerónimos
Monumentos
A orillas del Tajo, el apogeo de la arquitectura manuelina.
En el lugar donde se encuentra actualmente el Monasterio de los Jerónimos, junto a la antigua playa de Belém, existía originalmente una pequeña ermita dedicada a Santa María que fue mandada construir por el Infante D. Henrique en 1452. A principios del siglo XVI, el rey Manuel I vio reconocida por la Santa Sede su pretensión de mandar erigir allí un gran monasterio, que fue donado a la Orden de los Frailes de San Jerónimo. Punto culminante de la arquitectura manuelina e intrínsecamente ligado a la epopeya de los Descubrimientos, este monasterio es el conjunto monástico portugués más notable de su tiempo y una de las principales iglesias-salón de Europa.
La construcción comenzó en 1501, se prolongó durante cien años y fue dirigida por un notable conjunto de arquitectos y maestros de obras nacionales y extranjeros. Con un trazado inicial del francés Boytac, la obra fue continuada por otros maestros, en particular, João de Castilho y, ya a mediados del siglo, Diogo de Torralva. Tras la llegada de los portugueses a la India, la corona portuguesa pudo costear el proyecto con fondos procedentes del comercio con Oriente. El rey Manuel I canalizó buena parte de la denominada "Veintena de la Pimienta" (aproximadamente el 5 % de los ingresos procedentes del comercio con África y Oriente, equivalente a 70 kg de oro por año) a financiar los trabajos de construcción.
En este monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, merecen destacarse especialmente las fachadas, la iglesia y los claustros. En la fachada sur se puede admirar el portal elaborado por João de Castilho, en el que las figuras están dispuestas según una jerarquía específica: en la parte inferior, el Infante D. Henrique guarda la entrada, en medio, la Virgen de Belém bendice el monumento y el Arcángel San Gabriel, protector de Portugal, remata el arco. El portal occidental, por el que se entra al espacio sagrado, es una creación de Nicolau Chanterenne. A la izquierda, protegida por San Jerónimo, se encuentra la estatua del rey Manuel, que se considera un retrato fiel y a la derecha, la de la reina D.ª María, su esposa, protegida por San Juan Bautista.
En el interior se puede apreciar la iglesia-salón, obra maestra del manuelino, creación de João de Castillo. Obsérvese cómo, en un audaz trabajo de arquitectura, la hermosa bóveda del crucero no está sostenida por ninguna columna. A la entrada, después del coro bajo, se encuentran los cenotafios del poeta Luís de Camões, autor del poema épico Os Lusíadas y de Vasco da Gama, el comandante en jefe de la armada que puso rumbo a la India en 1497. En las capillas laterales están enterrados los reyes, príncipes e infantes descendientes de Manuel I. En la capilla mayor, reconstituida posteriormente por Jerónimo de Ruão, se encuentran los sepulcros del rey Manuel I, su hijo Juan III y sus esposas. Merece especial mención el sagrario de plata maciza, obra de orfebrería portuguesa de mediados del siglo XVII.
1400-206 Lisboa
Octubre/Abril: 10h00-17h30 (ultima visita a las 17h); Mayo/Septiembre: 10h00-18h30 (ultima visita a las 18h).
Cerrado: lunes, 1 Enero, Domingo de Pascua, 1 Mayo, 13 Junio y 25 Diciembre.
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