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En la aldea de Podence, cerca de Macedo de Cavaleiros y a 40 km de Bragança, el Carnaval es uno de los eventos más importantes del calendario anual. Es cuando aparecen los famosos Caretos de Podence, figuras diabólicas que en esta época del año tienen permiso para exhibirse.

El Domingo Gordo y el martes de Carnaval, los chicos de la aldea encarnan misteriosos personajes, vistiéndose con trajes de colores, realizados con colchas y tapándose la cara con máscaras de lata, madera o cuero, con nariz puntiaguda. Se cuelgan cencerros y campanillas a la cintura y con gran vitalidad, recorren la aldea dando saltos y gritos, perturbando la tranquilidad diaria. Uno de los principales motivos de las correrías es encontrar chicas para bailar con ellas. Así se divierten, protegidos por el anonimato. Los chicos más jóvenes que siguen e imitan a los caretos se llaman “facanitos” y garantizan la continuidad de la tradición.

La noche de Domingo Gordo se realizan bodas ficticias entre los chicos y chicas solteros, en una falsa ceremonia. Es un momento de humor, sin posibilidades de reclamación por parte de los elegidos. La mañana del día siguiente, la tradición manda que el chico vaya a visitar a la chica que le "tocó" en el sorteo, recibiendo dulces y vino fino en gesto de agradecimiento.

En 1985, los Caretos de Podence se organizaron y transformaron el grupo en una asociación cultural, con el objetivo principal de preservar estos eventos tradicionales. Como símbolo de la cultura del nordeste trasmontano estos “mascarados” han sido invitados a participar en diversos acontecimientos culturales y recreativos por todo el país, sobre todo cuando se pretende que formen parte de la animación callejera.

Más información en www.caretosdepodence.pt.