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Gran terrateniente de la zona de Ribatejo, refinado caballero y deportista, hombre culto y distinguido de su tiempo, Carlos Relvas nació en Golegã en 1838.
Su riqueza y, sobre todo, su espíritu cultivado lo llevaron a interesarse por la fotografía, esa "revolución en las artes del dibujo" que daba, en la fecha de su nacimiento, sus primeros pasos en Francia con Nicephore Niepce y Daguerre. Viajero infatigable.

Relvas recorrió varios países de Europa, donde tuvo la oportunidad de conocer las más avanzadas técnicas del nuevo arte, así como adquirir todos los materiales necesarios para la fotografía, materiales que después reunió en su estudio de Golegã.
Como resultado de esos viajes trabajó y reunió una valiosa colección de vistas de varios puntos de Europa que constituye un interesante testimonio de lugares y formas de vivir del s. XIX.

A la fotografía dedicó Carlos Relvas gran parte de su tiempo y de su vida. Fue, en este campo, teorizador, investigador y artista eminente, que vió su trabajo justamente premiado en diversas exposiciones internacionales (Madrid, París, Bruselas, Amsterdam, Viena, Filadelfia) y fue galardonado con innumerables condecoraciones nacionales y extranjeras.