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Situada en la orilla izquierda del Guadiana, fue explotada desde la época de los romanos hasta principios de los años 60. Esta mina, destinada al abandono en la década de los 60 nos recuerda una región fantasma, en la cual la riqueza de antaño se ha transformado en arqueología industrial.

Del antiguo complejo industrial quedan algunas estructuras, el antiguo barrio minero y el andén de una línea férrea a través de la cual el mineral era transportado hasta el Puerto fluvial de Pomarão (casi en el límite sur del Parque), para ser embarcado y transportado hasta Vila Real de Santo António en la desembocadura del río.

El pueblo, que cuenta con unas 770 viviendas nació a raíz de la explotación de la mina. En esta actividad de la extracción de la pirita cúprica (cobre) trabajaron más de 1500 mineros, que con sus familias dieron vida a la región.

Al circular por las calles aproveche para hablar con los habitantes del pueblo, cuya memoria de otros tiempos se mantiene aún viva. También muy cerca del pueblo podrá visitar lo que se conserva de la mina de cobre de São Domingos.