Parque Nacional da Peneda-Gerês
Zonas Protegidas
En el extremo noroeste de Portugal, entre el Alto Miño y Trás-os-Montes, la Sierra de Peneda, junto con la sierra de Gerês, constituyen la única área protegida portuguesa declarada Parque Nacional. Es una zona donde la actividad humana se integra de forma armoniosa en la Naturaleza, preservando valores y tradiciones muy antiguas presentes en las aldeas comunitarias de Pitões das Júnias y Tourém.
Una vegetación exuberante con distintos tonos de verdes cubre las sierras, destacando un bosque de acebos, único a nivel nacional, y especies endémicas como el lirio de Gerês, que alegra los campos con sus tonos azul-violáceos. Los terrenos, muy montañosos, son cruzados por ríos y riberas que corren rápidamente y se precipitan en cascadas, encontrando la placidez en las albuferas de embalses como la Caniçada, Vilarinho das Furnas o Portela do Homem. Los paisajes son deslumbrantes.
Observe con atención y, tal vez, pueda divisar un corzo (símbolo del Parque) o su depredador, el lobo ibérico. También son comunes los “garranos”, pequeños caballos salvajes que corren libremente por los montes. Probablemente, también encuentre bueyes de raza barrosa y perros de Castro Laboreiro, de pelo oscuro que, al ritmo de las estaciones, guardan los rebaños, haga frío o calor.
Pero si pretende gastar energías, no le faltaran oportunidades, ya que encontrará condiciones para la práctica de actividades acuáticas con canoas y piraguas. Si sólo desea pasear, siga el trazado sinuoso y bien conservado de una vía romana y admire los señales con las distancias que tienen casi dos mil años de antigüedad o elija otros recorridos donde podrá admirar dólmenes y menhires, castillos medievales o monasterios y santuarios, perfectamente integrados en el paisaje.
Tel.: +351 253 203 480
E-mail: pnpg@icnf.pt
Tel.: +351 258 452 250
E-mail: geral@adere-pg.pt; reservas@adere-pg.pt
PAN Park
El Parque Nacional de Peneda Gerês está certificado como PAN Park. Este galardón sólo lo han recibido 11 parques europeos de dimensión no inferior a 20.000 hectáreas, en los que la zona sin intervención humana (”wilderness area”) tiene un área mínima de 10.000 hectáreas, para que la fauna y flora se desarrollen libremente.
Los parques certificados deben promover una estrategia de turismo sostenible, a través de la aplicación de medidas de conservación de la naturaleza y de la biodiversidad, de una política de gestión de los visitantes y de la certificación de los empresarios turísticos.