Foto: Administração dos Portos da Região Autónoma da Madeira, S.A.
El mar es una vía de comunicación natural para llegar a Portugal y un buen punto de partida para conocer la historia de este país de navegantes.
Aquí llegan barcos de todo el mundo, ya sea por el océano Atlántico, al oeste, o por la ruta de acceso al mar Mediterráneo, al sur, y también a los archipiélagos de Madeira y de las Azores.
En este punto de conexión entre Europa y el continente americano, nos recibe un país con una larga historia y una cultura milenaria.
Quien llega en crucero encuentra en las ciudades de Oporto, Lisboa y Portimão muchos puntos de interés que merece la pena conocer. Ponta Delgada, en la isla de São Miguel del archipiélago de las Azores, o la ciudad de Funchal, en la isla de Madeira, también reciben a los visitantes que llegan por mar con toda la comodidad y simpatía.
Situado en la región norte en la costa portuguesa, el puerto de Leixões se encuentra en la ruta del Atlántico y sirve de conexión entre el Mediterráneo y el Norte de Europa. En línea con la creciente tendencia de los cruceros de corta duración, también sirve de conexión con otros puertos portugueses y extranjeros situados en la zona atlántica.
Queda a 5 km del aeropuerto internacional Francisco Sá Carneiro y a 3 km del centro de la ciudad de Oporto.
En la desembocadura del río Duero, Oporto es una ciudad de carácter fuerte y de gran tradición cuyo centro histórico está catalogado como Patrimonio Mundial. En el norte de Portugal se establecieron los primeros reyes portugueses que, desde aquí, comenzaron la reconquista cristiana del territorio hacia el sur.
La unión con el mar y el río, los puentes históricos que conectan las dos orillas, la Baixa, los mercados y las tiendas tradicionales, los monumentos antiguos y los edificios contemporáneos de renombrados arquitectos son elementos que hacen de Oporto una ciudad diferente con una atmósfera cosmopolita.
A una o dos horas de distancia puede visitar Guimarães, Braga, Ponte de Lima o Vale do Douro, la región vitivinícola en la que se produce el vino de Oporto, mundialmente famoso.
Sugerencias - Visitar el centro histórico de Oporto, en el que se encuentra la Torre de los Clérigos, el núcleo medieval de la Catedral y la zona ribereña del río Duero; - Visitar el Museo de Serralves y la Casa de la Música. Además de la interesante programación cultural, son dos iconos de la arquitectura contemporánea en Portugal; - Para hacer compras, la Avenida dos Aliados, la Rua de Santa Catarina y Boavista son las zonas de la ciudad que hay que tener en cuenta; - Visitar las bodegas del vino de Oporto, en la orilla de Vila Nova de Gaia; - Dar un paseo en barco por el río Duero.
Punto de parada casi obligatorio en los grandes recorridos transatlánticos, Lisboa ofrece unas condiciones excepcionales para recibir a los visitantes que llegan por mar.
El puerto de Lisboa cuenta actualmente con 4 terminales de cruceros: Terminal de Cruceros de Lisboa A y B, situados junto al centro histórico y cultural, Alcântara y Rocha Conde de Óbidos, a unos 20 minutos en transporte público. El aeropuerto internacional de Portela queda a unos 11 km de distancia.
Ciudad cosmopolita, antigua y a la vez contemporánea, Lisboa es famosa por su luz única y puede visitarse en cualquier momento del año, gracias a su clima suave. Entre sus tradiciones destacan el fado, catalogado como Patrimonio Mundial, y las fiestas populares dedicadas a San Antonio que se celebran durante el mes de junio.
Llena de encanto, Lisboa ofrece muchos puntos de interés a sus visitantes, desde la amplia oferta cultural a los monumentos Patrimonio Mundial y una gran variedad de tiendas y restaurantes.
Cerca de Lisboa, merece la pena conocer la costa de Estoril, Cascais y Sintra. Un poco más lejos, al norte, queda Óbidos, Fátima y los monumentos Patrimonio Mundial de Alcobaça, Batalha y Tomar y, al sur, las ciudades de Setúbal y de Évora.
Sugerencias - Subir al Castillo de San Jorge y pasear por los barrios históricos de Alfama y Mouraria; - Escuchar Fado; - Visitar el barrio de Belém y probar los famosos pasteles de nata; - Hacer compras en Baixa y en Chiado.
El puerto de Portimão se encuentra en las rutas del mar Mediterráneo, de las islas del Atlántico Norte y de los recorridos transatlánticos. A una noche de distancia de Lisboa navegando, suele ser el primer o el último punto de embarque de gran parte de los cruceros de recreo.
La terminal de cruceros queda muy cerca del centro de la ciudad, próxima a excelentes playas, y dispone de una buena oferta de alojamiento y de restaurantes.
Portimão es una de las ciudades más importantes de la costa sur de Portugal. Muchas y diferentes playas, con formaciones rocosas o largas extensiones de arena, aguas tranquilas y cálidas, clima suave todo el año, resorts de calidad y campos de golf reconocidos internacionalmente hacen de la costa del Algarve uno de los mejores destinos de playa de Europa.
Sugerencias - Ir a la playa de Rocha, una de las más conocidas del Algarve; - Disfrutar de las vistas que nos ofrece la fortaleza de la playa de Rocha de la ciudad, del río Arade y del mar; - Visitar el Museo de la Ciudad de Portimão; - Probar las especialidades de pescado, entre las que destaca la sardina asada, uno de los platos más apreciados por los portugueses.
La mayor ciudad del archipiélago de las Azores, Ponta Delgada, recibe a sus visitantes en un espacio de ocio y cultura que ocupa un lugar destacado en la vida local, el Portas do Mar. Queda muy cerca del centro histórico y comercial, y está bien conectado con circuitos turísticos.
Ponta Delgada se encuentra en la isla de São Miguel, una de las nueve islas de origen volcánico que forman parte de las Azores. Descubierto por los navegantes portugueses en el siglo XV, el archipiélago destaca por su belleza natural y por conservar las tradiciones y costumbres locales. Las fiestas del Espíritu Santo, que se celebran en todas las islas entre abril y septiembre, son las más representativas.
Los cruceros pasan por las islas de São Miguel, Terceira y Faial, y existe una buena oferta de excursiones en tierra y en las islas más próximas. Son lugares privilegiados para las actividades al aire libre, en particular para el submarinismo, la observación de cetáceos y aves, y los paseos a pie.
Sugerencias - Visitar la laguna de Sete Cidades y la laguna de Fogo; - Probar el cocido de Furnas, un plato cocinado en la tierra, con el calor volcánico; - Probar el té, cultivado en las Azores desde hace cientos de años; - Sumergirse en la piscina de aguas férreas del Parque Terra Nostra; - Subir al mirador de Vista do Rei.
Foto: Administração dos Portos da Região Autónoma da Madeira, S.A.
La isla de Madeira es parada obligatoria en gran parte de de los cruceros que atraviesan el Atlántico. La terminal, en la ciudad de Funchal, queda a 10 minutos a pie del centro, lo cual facilita mucho la visita a la ciudad y a la isla, en la que existe una buena oferta de servicios y muchos puntos de interés.
El archipiélago está formado por las islas de Madeira y de Porto Santo, de clima subtropical, y es famoso por su belleza natural. Dos tercios de su extensión son zona protegida y forman el mayor bosque de laurisilva del mundo, lo que le ha valido la catalogación de Patrimonio Mundial. Por eso no resulta de extrañar que este sea un lugar ideal para las actividades en la naturaleza, en particular los paseos a pie por las levadas (conducciones de agua), el submarinismo y la observación de cetáceos.
Su condición de resort de calidad y sus buenas temperaturas todo el año lo convierten en un destino ideal para tratamientos de talasoterapia y de bienestar.
Cabe destacar el patrimonio y la cultura ligados a los Descubrimientos y al vino de Madeira, aunque uno de sus principales atractivos son las festividades: los desfiles de Carnaval, la Fiesta de la Flor, el Festival del Atlántico y, sobre todo, los fuegos artificiales de fin de año, que tienen lugar en la bahía de Funchal y a los que se asiste, principalmente, desde el mar.
Sugerencias - Visitar los museos de los bordados y del vino de Madeira en el centro histórico de Funchal; - Pasar por el Mercado de los Labradores y sorprenderse con el colorido de las frutas y de las flores exóticas; - Subir en teleférico al Monte y hasta el cabo Girão; - Ir a las piscinas naturales de Porto Moniz.
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