Fialho
Restaurantes y Cafés
Es uno de los más conocidos y prestigiosos restaurantes de cocina alentejana y, por consiguiente, portuguesa, fundado en 1945, cuando Manuel Fialho comenzó a servir tapas, a las que más tarde añadió algunos platos tradicionales. A principios de los años 60, pasó a “casa de pasto”, a mediados de dicha década fue remodelado y ampliado, ganó la configuración actual y ascendió a la categoría de restaurante. Se convirtió en un referente de la ciudad y de la región, gracias a la calidad de la cocina, que también le granjeó fama y premios. Pasó del padre a los hijos (Gabriel ya fallecido, y Amor) y a los nietos (Helena y Rui), preservando el concepto y la calidad. En el salón de la entrada está la barra, el botellero, el escaparate de los postres y las entradas frías. En los otros dos sobresalen el suelo de mármol, los techos de ladrillo, la decoración con los premios y diversos motivos regionales, las sillas de cuero, las mantelerías de tela y el ambiente acogedor.
Haciendo honores a la tradición de las tapas, la carta ofrece 37 entrantes – entre los que se incluyen todos los quesos DOP del Alentejo –, algunos de ellos dispuestos en la mesa antes de que el cliente se siente, como adorno y no para imponer el consumo: empanadillas de gallina, queso de oveja, y tres o cuatro ensaladillas. La enumeración de los platos principales es, también, larga y estimulante, en la que sobresale: sopa de pescado con hierbabuena, merluza à Bulhão Pato (obviamente con almejas y cilantro), carrillada de cerdo estofada en vino tinto, arroz de paloma, liebre con alubias blancas y perdiz en escabeche o al estilo del Convento da Cartuxa Los postres, todos ellos elaborados en el restaurante, ofrecen toda la repostería conventual, y también el arroz con leche y las natillas, entre muchos otros. Buena carta de vinos con predominio de los caldos del Alentejo.
12:20 - 16:00; 19:00 - 23:00
Cerrado los lunes
Especialidad
Perdiz al estilo del Convento da Cartuxa es un plato que siempre está en la carta, porque así lo exigen los clientes, tanto es el aprecio que sienten por esta receta conventual muy antigua.
Valor añadido
Fiabilidad es la palabra clave para este restaurante que está en la familia Fialho hace tres generaciones y que se mantiene fiel al recetario y a los valores de la gastronomía alentejana.