O Espiga
Restaurantes y Cafés
Bien ubicado en el mismísimo corazón de Borba, O Espiga es un restaurante acogedor, con un bar donde la barra de ladrillo burrito y las repisas decoradas con vinos decanos hacen los honores de la casa. El comedor, rústico y típicamente alentejano, tiene como protagonistas de la decoración los vinos de la región: pequeñas botellas de los años 79 y 80 del siglo XX que, a guisa de adorno, ocupan el centro de las mesas, en una clara invitación a conocer lo que de mejor se hace en la zona, y que eran parte de la antigua bodega donde se aloja este restaurante. El ambiente es amable, gracias al cuidado del matrimonio Isaura y Joaquim Espiguinha, que regentan la cocina y el comedor, respectivamente, desde 1986.
La cocina, asumidamente regional, conjuga simplicidad y esmero. En la carta, lo suficiente variada, sobresalen, entre los platos del día: el ensopado de cordero a la alentejana, el cocido de garbanzos al estilo de ganhão, las migas de bacalao con poleo y el bacalao a la teja. En el apartado de los entrantes se ofrece: pasteles de bacalao, rollitos de carne, farinheira frita o asada y cacholeira asada. En lo que toca al marisco, hay gambas fritas al estilo de la casa, langostinos cocidos y gambas al ajillo, entre otros. En los pescados, sobresalen los calamarcitos con gambitas, las tiras de sepia fritas, la sepia a la plancha, el cazón con almejas y el emperador encebollado. En las carnes podemos elegir entre la brocheta de ternera con gambas, el costillar a la parrilla, las plumas de cerdo alentejano a la parrilla, la parrillada mixta al estilo del labrador y los secretos de cerdo alentejano a la parrilla. En los postres, hechos en la casa con dedicación y maestría, son ineludibles la sericaia con Ciruela de Elvas DOP, la mousse de chocolate y el flan. La carta de vinos es extensa y toda del Alentejo. Servicio atento y amable.
12:00 - 15:00; 19:00 - 23:00
Cerrado los domingos
Especialidad
Cordero asado en horno de leña y migas con costillas aromatizadas con ajo, y un toque de chorizo y tocino, son la delicia de los amantes de la tradicional comida alentejana, preparada a la vieja usanza.
Valor añadido
La calidad del servicio, de las materias primas y el sabor que se aprecia en cada bocado de la cocina de la región, elaborada como manda la tradición, no tiene precio sino aprecio.