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Comercio con historia

Comércio Com História - d

Elija el comercio tradicional y sorpréndase con las pequeñas historias de los barrios, de los que allí viven y trabajan.

Con interés histórico, cultural o social, las tiendas, ya sean antiguas o más recientes, forman parte de la identidad de las ciudades, de la rutina diaria de los barrios. Tienen la ventaja de ofrecer una atención personalizada, en la que se puede confiar, y hacen que cualquier persona se sienta en casa. Muchas tienen una larga historia que se identifica en su arquitectura, en su mobiliario o en su decoración, y perduraron a través del tiempo gracias a la pasión de sus propietarios. Elegir el comercio tradicional para hacer compras también es una forma de contribuir a proteger ese patrimonio y de formar parte de la historia local. 

Le ofrecemos algunas sugerencias que puede incluir en su itinerario pero, para saber más, visite www.comerciocomhistoria.gov.pt. En librerías centenarias, cafés antiguos, bares, tiendas de bebidas, relojerías, tiendas de tejidos o mercerías en las que se encuentran piezas únicas y donde se comparten formas de hacer, hay muchas historias por descubrir.


Chapelaria Azevedo, Lisboa

En Lisboa, en Chiado, en la pastelería Benard, que abrió sus puertas en 1868, los cruasanes son la especialidad y, justo al lado, Brasileira fue uno de los primeros locales de la ciudad en los que se comenzó a vender café expreso. También era conocida porque allí acudía Fernando Pessoa y por ser un punto de encuentro de artistas y de escritores. En el mismo barrio se encuentran las librerías más antiguas de Portugal todavía abiertas, Bertrand, fundada en 1732, y Ferin, abierta en 1840.

Bajando de Chiado hacia el río, el bar Americano y el British Bar son el recuerdo de las primeras décadas del siglo. XX, de un tiempo en el que marineros venidos de todo el mundo pasaban por allí a descansar durante sus viajes atlánticos No pasan desapercibidos los nombres de los bares del muelle de Sodré, alusivos a las nacionalidades de sus clientes y a ciudades extranjeras.

En Baixa, todavía se encuentran pastelerías, charcuterías, tiendas de tejidos y de otros artículos que allí se establecieron hace muchos años y entre las cuales podemos destacar la guantería Ulises y la sombrerería Azevedo Rua, las cuales poseen tradición y conocimiento en el arte de saber hacer guantes y sombreros.


Livraria Lello, Porto

En Porto, en uno de los barrios más dinámicos de la ciudad, la tienda de comestibles A Favorita do Bolhão y Pérola do Bolhão son una referencia para comprar dulces, frutos secos, aceites de oliva, conservas tradicionales, licores y vinos de Porto. Muy cerca, el café Majestic gusta mucho para hacer una pausa en la visita a la ciudad, al igual que el café Guarany, con su terraza, en plena Avenida dos Aliados. Los amantes del chocolate no se pueden perder la visita a Arcadia, una marca portuguesa que tienen que conocer.

Entre otras muchas tiendas en Porto, cabe mencionar la librería Lello, con su estilo modernista inspirador, y el café Pinguim, conocido por las Noches de Poesía, por las tertulias culturales y por sus gin-tonics. En la casa, hay una frase conocida: «No solo de gin vive el pingüino». 

Para una experiencia diferente... si necesita afeitarse o cortarse el pelo, todavía encontrará barberías tradicionales que forman parte del patrimonio centenario de la ciudad.

En Coímbra, las costumbres de los estudiantes siempre han marcado la vida de la ciudad, por eso, es normal que las repúblicas, comunidades universitarias gestionadas como pequeñas asociaciones, también desempeñen un papel importante en su historia. Entre todas, ponemos como ejemplo República dos Inkas y Real República dos Pyn-Güyns, que resultaron determinantes para la crisis académica que tuvo lugar en 1969, en pleno Estado Nuevo. Hay varias en la ciudad y sus puertas están abiertas para quienes las quieran visitar y conocer.


Fábrica Santo António, Funchal

En la isla de Madeira, un recorrido por el centro histórico de Funchal pasará por algunas tiendas originales. La ferretería António Faustino de Abreu abrió sus puertas en 1940 y, desde entonces, ha mantenido siempre el mismo negocio. El interés del edificio radica en que sigue las características habituales de las casas de comercio de finales del siglo. XIX, principios del siglo. XX, y que ya no existen hoy en día. En la barbería Turista, cerca del puerto deportivo de Funchal, se corta el pelo desde hace por lo menos 125 años. Por su parte, la casa Bordal, abierta desde 1956, fue adquiriendo los materiales de las antiguas casas de bordados que iban cerrando y creó una Ruta histórica del bordado de Madeira, que retrata 150 años de esta tradición. La visita no puede terminar sin probar las famosas galletas y pastas de influencia inglesa de la fábrica Santo António.

A estos ejemplos de tiendas y de historias se suman muchas otras que se pueden descubrir en www.comerciocomhistoria.gov.pt


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