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Comisariada por Bruno Marchand, esta exposición revisita la trayectoria expositiva de Júlia Ventura, desde los primeros años de producción hasta el floreciente período comprendido entre 1975 y 1983. Su obra es una de las reflexiones más poderosas que ha conocido el contexto artístico nacional sobre las cuestiones de identidad y sobre el papel que juega la imagen contemporánea en ellas.

El recorrido expositivo que viene desarrollando desde principios de la década de 1980, a nivel nacional e internacional, ha confirmado una coherencia crítica y programática que no ha hecho ninguna concepción respecto a sus objetivos y su naturaleza conceptual. Esta exposición se adentra en los primeros años, en la época en la que se definen estos objetivos y este carácter conceptual.