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Con texto y puesta en escena de Tiago Rodrigues, esta obra se remonta a los tiempos en que su padre estaba hospitalizado, en las últimas semanas de su vida, era visitado regularmente por Teresa, un padre voluntario. En un cuaderno, quería anotar sus experiencias en el hospital. Incluso tenía un título: "No hay yogur para los muertos". Después de la muerte de su padre, Tiago abrió el cuaderno para ver lo que había escrito allí, pero solo había algunas líneas y manchas. Teresa le contó a Tiago que su padre hablaba constantemente del libro, queriendo combinar la experiencia de estar hospitalizado con recuerdos de su vida, en particular los de su trabajo como periodista. Tiago Rodrigues decidió escribir "No hay yogur para los muertos", sobre un voluntario que escucha las historias de un moribundo y sobre el libro que nunca llegó a escribir. En portugués y holandés, con subtítulos en portugués e inglés. Sesión con audiodescripción e interpretación en Lengua de Señas Portuguesa.