Oporto es una ciudad repleta de animación y la fama de sus noches traspasa fronteras.
En esta ciudad cosmopolita nos encontramos restaurantes de todos los géneros para cenar, desde la cocina tradicional a la más moderna cocina de fusión de mano de famosos chefs. Es un hecho sabido que en el norte de Portugal se come muy bien y Oporto no es una excepción. Desde la tasca más sencilla al restaurante más sofisticado, todo dependerá de nuestro criterio de elección. Una de las especialidades de Oporto es la célebre francesinha, un sándwich con varios rellenos, cubierto de salsa, que no se encuentra fácilmente en el resto del país. Pero también abundan, y son muy recomendables, los platos de pescado y de marisco frescos, así como los de bacalao o los platos de carne, entre los que destacan las “tripas al estilo de Porto” y el cabrito. Como entrante, siempre se agradece un caldo verde, típico de la región.
Después de cenar, existen bares y discotecas con música para todos los gustos. Sin embargo, si queremos asistir a un concierto en un entorno irrepetible, no nos podemos olvidar de la Casa da Música, cuya variada oferta abarca todos los públicos.
Oporto es una ciudad repleta de animación y la fama de sus noches traspasa fronteras.
En esta ciudad cosmopolita nos encontramos restaurantes de todos los géneros para cenar, desde la cocina tradicional a la más moderna cocina de fusión de mano de famosos chefs. Es un hecho sabido que en el norte de Portugal se come muy bien y Oporto no es una excepción. Desde la tasca más sencilla al restaurante más sofisticado, todo dependerá de nuestro criterio de elección. Una de las especialidades de Oporto es la célebre francesinha, un sándwich con varios rellenos, cubierto de salsa, que no se encuentra fácilmente en el resto del país. Pero también abundan, y son muy recomendables, los platos de pescado y de marisco frescos, así como los de bacalao o los platos de carne, entre los que destacan las “tripas al estilo de Porto” y el cabrito. Como entrante, siempre se agradece un caldo verde, típico de la región.
Después de cenar, existen bares y discotecas con música para todos los gustos. Sin embargo, si queremos asistir a un concierto en un entorno irrepetible, no nos podemos olvidar de la Casa da Música, cuya variada oferta abarca todos los públicos.
Hay paisajes nocturnos que no puede perderse. Uno de ellos es la vista sobre el río, con las luces de Ribeira y de las bodegas de Gaia reflejadas en el agua, tanto si está de un lado como del otro del río. Es una vista casi mágica, por lo que una buena opción es cenar en una de las orillas, con vistas hacia el otro lado y con el puente Luis I al fundo. Ribeira por la noche es un hervidero de animación, sobre todo con buen tiempo, con terrazas y bares para todos los gustos.
Entre los locales especialmente conocidos por su animación nocturna destacan, además de Ribeira, Foz, algunos bares y locales carismáticos de la Baixa portuense y, para los estudiantes y públicos más jóvenes, la zona alrededor de Clérigos y de la librería Lello. Aquí, las calles de Galeria de Paris o Cândido dos Reis son famosas por su oferta de bares y restaurantes, así como la Praça Filipa de Lencastre, también en la Baixa.
En la vida nocturna de Oporto reina el buen humor y la animación se prolonga hasta el amanecer, especialmente los fines de semana.