Ruta del Románico
Para no perderse
- visitar Amarante, una bonita ciudad atravesada por el río Támega, en la que destaca la Iglesia de San Gonzalo y el Museo Amadeo de Sousa-Cardoso
- disfrutar de las terrazas a la orilla del río, en la que se pueden probar la repostería conventual de Amarante
- En Felgueiras, probar el célebre bizcocho pão-de-ló de Margaride
La Ruta del Románico es un recorrido por 58 monumentos situados en el norte de Portugal, junto a los ríos Sousa, Támega y Duero.
Incluye monasterios, iglesias y monumentos, puentes, castillos y torres que tienen en común la arquitectura románica característica de esta región. Este conjunto se encuentra en el centro de un triángulo cuyos vértices son Patrimonio de la Humanidad: Oporto, Guimarães y el valle del Duero.
La Ruta del Románico se divide en realidad en 3 rutas unidas por carretera y que siguen los valles de los ríos: Ruta del valle del Sousa con 19 monumentos, Ruta del valle del Támega con 25 monumentos y Ruta del valle del Duero, aproximadamente entre Castelo de Paiva y Resende, con 14 monumentos.
Esta región y su patrimonio arquitectónico se encuentran indeleblemente asociados a los orígenes de la nación portuguesa, ya que aquí residían familias nobles que ayudaron a los primeros reyes en la Reconquista cristiana del territorio que actualmente es Portugal. Por otro lado, el clero y las órdenes religiosas ayudaban al establecimiento de las poblaciones, razón por la que en un reducido espacio se concentran iglesias, monasterios y otros monumentos con características arquitectónicas singulares, que muchas veces adoptaron funciones defensivas, marcadas por torres almenadas y contrafuertes.
Igreja de São Vicente de Sousa, Felgueiras © Rota do Românico
El peculiar carácter de este legado histórico y artístico se basa, entre otros motivos, en la decoración patente, por ejemplo, en pórticos de iglesias y conjuntos monásticos, donde la utilización de temas animalistas, vegetalistas o geométricos, junto con una evidente calidad escultórica, ofrecen una visión de conjunto de las edificaciones reunidas en este itinerario y que las caracteriza en el contexto del románico portugués. Por otro lado, aunque en su mayoría datan de los siglos XI y XIII, estas técnicas constructivas se prolongaron en el tiempo, cuando en otros lugares ya predominaban las soluciones góticas, lo que supone otra peculiaridad de esta Ruta del Románico.
Igreja de Tarouquela © Rota do Românico
En un viaje por la historia, la Ruta del Románico constituye un excelente punto de partida para disfrutar de una completa visita a la región y a otros signos de identidad regional como la gastronomía tradicional, los vinos, las fiestas, los mercados en los que se puede encontrar artesanía local o el propio contacto con la gente. Siempre en comunión con la naturaleza, también encontramos senderos y caminos para paseos a pie o en bicicleta. Para los más atrevidos, el río Paiva nos desafía a vivir experiencias únicas, con descensos de rafting inolvidables.