En la cosmopolita ciudad de Lisboa, todo se encuentra a dos pasos de distancia.

Para los lisboetas, Baixa siempre ha sido el lugar por excelencia para hacer compras. E incluso a las grandes marcas internacionales les gusta tener su espacio en esta zona. La Avenida da Liberdade es una de las principales calles de la ciudad, con árboles centenarios y frescas sombras. Resulta muy agradable para pasear y es la “milla de oro” inmobiliaria, en la que se encuentran las oficinas más caras de Lisboa. Aquí también se encuentran hoteles de diseño y de cinco estrellas, marcas famosas, tiendas de lujo, restaurantes y terrazas.

En Baixa, las tiendas más tradicionales quedan al lado de las tiendas de ropa de moda y de las tendencias más vanguardistas. Siempre encantadoras resultan las centenarias Casa das Velas do Loreto, Chapelaria Azevedo o Luvaria Ulisses. Al igual que las antiguas librerías Bertrand, Sá da Costa y Aillaud & Lellos, en las que perdemos la noción del tiempo mientras hojeamos las últimas novedades literarias. O también las mercerías de Rua da Conceição, que todavía conservan el mobiliario original en el que guardan un maremágnum de botones e hilos.

Entre Chiado y Bairro Alto, entre las ruinas del Convento del Carmen, del Museo de Chiado y de la Iglesia de San Roque, también podemos ponernos al día de las últimas creaciones de diseñadores portugueses como Ana Salazar, Fátima Lopes, el binomio Manuel Alves/José Gonçalves, José António Tenente, Filipe Faísca, Miguel Vieira o los Storytailors, entre otros. Son referentes de la moda portuguesa.

Una de las últimas novedades en estos centros comerciales al aire libre son las tiendas vintage y las que recuperan la producción de fábricas antiguas. Nos descubren modelos de otros tiempos que marcan la diferencia en la moda global actual. De la misma forma, productos que mantienen su imagen desde hace décadas, y que nos traen a la memoria la época de nuestros abuelos y nuestra infancia, todavía sorprenden por su calidad.

Bairro Alto aún se considera el barrio más bohemio de la ciudad. Por el día ofrece tiendas de moda urbana, de vanguardia y de tatuajes. Por la noche cuenta con mucha animación y una gran oferta de restaurantes, bares y casas de fado, el complemento perfecto para quien va de compras.

Muy cerca queda Príncipe Real, una zona residencial con jardines, terrazas, tiendas de decoración y talleres de diseñadores portugueses, como el de Nuno Gama. O la Rua de São Bento, conocida por las tiendas de antigüedades. Aquí también se encuentra la Asamblea de la República y la Casa Museo Amália Rodrigues.

Más dedicado al diseño, el barrio de Santos es una antigua zona industrial litoral que ha atraído a escuelas de arte, estudios de artistas, despachos de arquitectura y agencias de creativos. También es el lugar elegido por marcas de diseño contemporáneo para sus espacios comerciales de mobiliario y decoración. En contraste con esta modernidad, aquí también se encuentra el Museo Nacional de Arte Antiguo, uno de los más importantes de Lisboa.

Si no tiene tiempo para realizar sus compras durante el paseo por los barrios históricos de la ciudad, puede concentrar todos sus esfuerzos en uno de los centros comerciales: Amoreiras, Colombo y Vasco da Gama son los más grandes, pero Campo Pequeno y Saldanha son una alternativa que hay que tener en cuenta.

En estos casos siempre podrá alternar las compras con una sesión de cine. En Portugal, todas las películas se proyectan en su lengua original, con subtítulos en portugués, excepto en el caso del cine infantil, que normalmente se dobla. Pero siempre hay sesiones con la versión original.