Horta: El puerto deportivo más vistoso del mundo
Para no perderse
- beber un gin tonic en el Peter’s Café Sport
- ver la puesta de sol desde el puerto deportivo de Horta con la majestuosa isla de Pico como telón de fondo
- pasear por el puerto deportivo y admirar las diversas pinturas de los navegantes en las paredes
En Faial, resulta obligatorio visitar el puerto deportivo de Horta, por la animación de los barcos que allí amarran y por la gran exposición a cielo abierto de pinturas realizadas en el muelle por todos los marinos que la visitan.
Esta infraestructura náutica, inaugurada en 1986, es la prolongación moderna de un puerto y una bahía de importancia secular. El puerto deportivo, con capacidad para 300 embarcaciones, es actualmente el cuarto puerto deportivo oceánico más visitado, uno de los más importantes de mundo y cuenta con la Bandera Azul de Europa desde 1987.
Su situación ofrece un excelente abrigo contra todo tipo de vientos y hace de él una parada casi obligatoria para los centenares de barcos de las más diversas nacionalidades que aquí hacen escala anualmente durante sus viajes por el Atlántico Norte, y también para los para los veleros que viajan desde el Caribe en dirección al Mediterráneo.
Todos los años se celebran aquí diversas regatas internacionales, normalmente dirigidas a la vela oceánica de crucero, con llegada o escala en este puerto deportivo, que convierten Horta en un punto de encuentro de muchas pruebas de vela internacionales como Les Sables – Les Açores- Les Sables, Atlantique Pogo, La Route des Hortensias, ARC Europe, Ceuta-Horta y OCC Azores Pursuit Race, entre muchas otras.
El Peter’s Café Sport, la cafetería más carismática del Atlántico Norte, que abrió sus puertas por primera vez a los navegantes hace más de 80 años, está muy relacionado con el puerto deportivo y los marineros. En esta cafetería no falta la hospitalidad y las historias fantásticas del mar aderezadas con la sencillez del pueblo de las Azores, a ritmo de un gin tonic. En la planta superior también podemos visitar el Museo del arte scrimshaw, que contiene la mayor colección privada de piezas de arte y utensilios esculpidos o grabados en hueso de mandíbula y diente de ballena.
Pero el puerto deportivo de Horta guarda otro elemento fascinante: el mito de las pinturas en las paredes del puerto. Nadie sabe ni cómo ni cuándo comenzaron, pero probablemente un día, un tripulante de un velero anclado en Horta decidió que debía dejar un recuerdo pintado de su estancia en Faial en el muro del muelle.
A esta primera pintura le siguieron otras, que actualmente ocupan la pared en toda su extensión. Las nuevas se pintan sobre las antiguas y lo que anteriormente era una superficie irregular y oscura se ha ido transformando en un vistoso conjunto de dibujos y palabras que recuerdan los muchos barcos que han atracado en Horta.
Entre los lugareños comenzó a circular la superstición de que las embarcaciones que, por un motivo u otro, no conseguían dejar constancia de su presencia sufrirían graves accidentes.
Por si acaso, cada navegante utiliza pincel y pintura para plasmar dibujos y palabras, referidos al barco o al viaje, que han dado lugar a un gigante mosaico de vivas pinturas murales realizadas a lo largo de las décadas por las más diversas tripulaciones.
El puerto deportivo de Horta es, también, el punto de partida de los barcos de observación de los grandes mamíferos marinos y de los ágiles delfines que encuentran abundante alimento en las aguas que rodean las islas de Faial, Pico y São Jorge. La inclinación de Faial por los deportes marinos se completa con la pesca deportiva y con la observación submarina. Y su culminación se produce con la Semana del Mar que, en agosto, suma a las regatas de barcos y a las carreras de botes balleneros la alegría de una fiesta que anima toda la ciudad.
Si la distancia constituye un hito inolvidable para cualquier navegante, terminar el viaje en el puerto deportivo de Horta tiene el aliciente de llegar a un lugar que transpira mar.