Inspirados por los misterios de la historia de los Caballeros de la Orden del Temple y por su simbología repleta de mensajes ocultos, podemos realizar un viaje para descubrir los tesoros templarios de Portugal.

La Orden de los Templarios se estableció en Portugal en el siglo XII con el fin de ayudar a los primeros reyes portugueses en la Reconquista cristiana y continuar con las Cruzadas. Su castillo, construido en Tomar en 1160, era, en aquel momento, el dispositivo militar más moderno y avanzado del reino y se inspiraba en las fortificaciones de Tierra Santa. Pero casi dos siglos después, en 1312, el papa Clemente V acabó con la orden, con la intención de poner fin a su fama y poder. En Portugal, sin embargo, se creó la Orden de Cristo, fiel heredera y depositaria de todas sus riquezas espirituales y materiales, que mantuvo su ideal de cruzada durante la epopeya de los Descubrimientos.

En pleno corazón de Portugal, podemos dejarnos guiar por historias que nos transportan en una búsqueda imaginaria del Santo Grial.

Entre el río Tajo y su afluente el Zêzere, descubrimos el emblemático Castillo de Almourol, el pueblo costero de Constância o la misteriosa Torre de Dornes. La ciudad de Tomar, que en tiempos fue el punto de reunión de los caballeros y héroes que buscaban el Santo Grial, será ahora el destino de un paseo en el que descubriremos paisajes y monumentos deslumbrantes.

Conoceremos mejor a los valientes caballeros cristianos cuyo cuartel general se encontraba en el Convento de Cristo, descubriremos que la Charola se construyó a imagen y semejanza del Santo Sepulcro de Jerusalén, y que la iglesia manuelina repite las proporciones del Templo de Salomón, lugar donde se fundó la orden.