Fabricación de chocalhos en el Alentejo
La fabricación de chocalhos (cencerros) —una actividad considerada patrimonio cultural inmaterial— es un arte propio de la región del Alentejo desde hace más de dos mil años.
Este importante oficio desde el punto de vista de la identidad de la región es un arte transmitido de generación en generación que se conserva sobre todo en los municipios de Estremoz, Reguengos de Monsaraz y Viana do Alentejo. El principal centro de fabricación se encuentra en la parroquia de Alcáçovas, en donde también se puede visitar el Museo del Chocalho, que alberga una colección privada con más de tres mil piezas recopiladas a lo largo de 60 años.
El chocalho portugués es un instrumento de percusión tradicional con un sonido inconfundible, y desempeña un papel fundamental en el paisaje sonoro de las zonas rurales en las que todavía se practica el pastoreo. Su fabricación es un saber transmitido de padres a hijos que exige un proceso manual muy concreto antes de que las piezas se puedan pulir y perfeccionar.
Aunque se encuentra en vías de desaparición debido a las técnicas industriales y a la casi inexistencia del pastoreo tradicional, su clasificación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ha permitido conservar este antiguo oficio.
En Portugal existen solo 13 maestros en la fabricación de chocalhos, la mayoría de ellos en el Alentejo y en los municipios de Bragança, Tomar, Cartaxo y Angra do Heroísmo.