Paladar Terrrace
Restaurantes y Cafés
Fácilmente localizable, en la carretera nacional que atraviesa Castelo de Vide, junto a las piscinas, tan cerca que el bar de la planta inferior les sirve de apoyo, el restaurante Paladar Terrace es un espacio abierto, claro y agradable. Tiene un pequeño salón, a la entrada, que funciona como cafetería; un salón comedor al que se accede bajando cinco peldaños o una rampa; y una terraza, en la prolongación de ambos. El salón principal tiene paredes de cristal, suelo de gres, mesas sencillas con manteles de tela azules y cubre manteles de papel blancos, decoración discreta y ambiente informal, tan natural como la luz que lo inunda.
La cocina es regional alentejana con sus productos, sus sabores y olores característicos. Entre las propuestas más atractivas de la carta resaltan, en los entrantes: almejas à Bulhão Pato y gambas al ajillo, que son especialidades nacionales, y Queso de Nisa DOP, a menos que se prefiera la típica açorda alentejana o, en temporada, el no menos exquisito gazpacho; en los platos principales, ajada de cazón, carne de cerdo a la alentejana, parrillada de carnes de cerdo (lagartos, plumas, secretos) con patatas fritas y ensalada como guarnición o, por encargo, migas de patata, de pan o de espárragos y otras especialidades de la casa, como los diversos platos de bacalao (dorado, con nata y asado a la brasa) y los choquitos fritos con almejas; de postre: flan de huevos y demás repostería casera. Carta de vinos centrada en el Alentejo, en la que se incluye el vino de la casa, que es de la región y llega a la mesa en jarras de un litro, medio litro y un cuarto de litro. Servicio muy simpático.
12h00-15h00; 19h00-22h00.
Cerrado los martes
Especialidad
Carne de cerdo a la alentejana, plato típicamente regional, siempre resulta una tentación, por la calidad de la carne, la frescura de los bivalvos, el perfume del cilantro y la riqueza y el equilibrio de los sabores.
Valor añadido
La terraza abierta y el salón con paredes de cristal ofrecen el mismo panorama amplio y bucólico, desde la piscina, que está a nuestros pies, hasta la Sierra de São Paulo, que se erige enfrente, integrada en el Parque Natural de la Sierra de São Mamede.