Segredo d’Alecrim
Restaurantes y Cafés
Situado en una de las callejuelas típicas de Fronteira el Segredo d’Alecrim fue inaugurado en 2014, pero se ha popularizado en la localidad y en los alrededores tanto por su cocina, tradicional alentejana con ciertos toques de modernidad, como por el ambiente elegante, tranquilo e intimista, que invita a largas veladas de conversación.
El restaurante está dividido en tres espacios, además de la terraza que abre los días soleados, todos ellos dominados por el blanco de las paredes y por los techos abovedados. Mantelerías de altísima calidad, también ellas de un blanco radiante, aportan elegancia a un espacio que no olvida sus raíces, expuestas en una u otra pieza de cerámica regional colgada en la pared. Sencilla pero cálida, así es la decoración de este restaurante en la que destacan la barra y las mesas de maderas nobles, estas últimas diseñadas por los propietarios, los hermanos Sílvia y José Machado.
La carta abre, después del couvert, con sabores alentejanos, donde no faltan la farinheira sobre cama de espinacas, la tabla de embutidos alentejanos y el queso gratinado con orégano, entre otros. Le sigue, en el apartado de las sopas, la de tomate alentejana, la de cazón y la de perdiz; y en el de las ensaladas frías, la de bacalao con sus huevas y pimientos asados a la brasa y la de pechuga de pollo a la parrilla con repollo morado, almendras laminadas y naranja. En los platos principales cabe señalar el bacalao con gambas y la lubina sobre cama de verduras, dentro de los pescados; las chuletas de cordero asadas a la parrilla con romero, el trozo de novillo, el medallón de ternera perfumado con aceite de oliva y salvia acompañado de grelos salteados y patatas machacadas asadas, o la hamburguesa y el filete de ternera, entre las carnes (todo de Carnalentejana DOP).
En los postres, además de la repostería conventual, sobresalen el cheesecake de frutos del bosque y la mousse de lima. La carta de vinos de la región y alguno que otro de fuera. Servicio eficiente y simpático.