Mafra
Mafra
Localidade
Esta localidad en los alrededores de Lisboa, en la llamada Región "saloia", que abastecía a la capital de productos de la huerta, es conocida por el imponente Palacio-convento, el mayor edificio portugués, construido en el s.XVIII por orden de D. João V.
Este Rey que aún no tenía hijos, tres años después de su boda con D. Maria Ana de Austria, prometió a los frailes franciscanos que les construiría un convento en la localidad de Mafra, en el caso de que sus ruegos para que un heredero naciese, fuesen atendidos.
Con ocasión del nacimiento de D. Maria Pia (su hija), se inició la construcción del edificio, cuyo proyecto inicial era bastante modesto. Sin embargo, y después de la contratación del arquitecto alemán Ludovice, el proyecto sufrió alteraciones profundas posibles de concretizar dado el fausto que se vivía en Portugal en aquel momento, debido a las riquezas provenientes de Brasil. Así se construyó este monumento grandioso, (que además del convento para 300 frailes, incluye una basílica y un palacio real con 666 estancias), en el tiempo record de 1717 a 1730 para ser inaugurado en la fecha del 41º cumpleaños del Rey.
Contigua al Convento, la Tapada (parque) de Mafra, adquirida por D. João V a mediados del s.XVIII, para revalorizar el enquadre del edificio, fue usada como reserva de caza, estando actualmente abierta al público.
En los alrededores merece una visita la aldea de Sobreiro, el taller de Cerámica de José Franco, donde se podrá contemplar la recreación de los aspectos más tradicionales de la vida de los pueblos de la región, a tamaño real o a través de miniaturas animadas.
Cerca de Mafra, y junto al mar, el tradicional pueblo de pescadores de Ericeira es muy visitado como estación de veraniego, y por surfistas atraídos por las excelentes condiciones que esta playa y las que la rodean (Ribeira de Ilhas, Lizandro) ofrecem para la práctica de este deporte.
Este Rey que aún no tenía hijos, tres años después de su boda con D. Maria Ana de Austria, prometió a los frailes franciscanos que les construiría un convento en la localidad de Mafra, en el caso de que sus ruegos para que un heredero naciese, fuesen atendidos.
Con ocasión del nacimiento de D. Maria Pia (su hija), se inició la construcción del edificio, cuyo proyecto inicial era bastante modesto. Sin embargo, y después de la contratación del arquitecto alemán Ludovice, el proyecto sufrió alteraciones profundas posibles de concretizar dado el fausto que se vivía en Portugal en aquel momento, debido a las riquezas provenientes de Brasil. Así se construyó este monumento grandioso, (que además del convento para 300 frailes, incluye una basílica y un palacio real con 666 estancias), en el tiempo record de 1717 a 1730 para ser inaugurado en la fecha del 41º cumpleaños del Rey.
Contigua al Convento, la Tapada (parque) de Mafra, adquirida por D. João V a mediados del s.XVIII, para revalorizar el enquadre del edificio, fue usada como reserva de caza, estando actualmente abierta al público.
En los alrededores merece una visita la aldea de Sobreiro, el taller de Cerámica de José Franco, donde se podrá contemplar la recreación de los aspectos más tradicionales de la vida de los pueblos de la región, a tamaño real o a través de miniaturas animadas.
Cerca de Mafra, y junto al mar, el tradicional pueblo de pescadores de Ericeira es muy visitado como estación de veraniego, y por surfistas atraídos por las excelentes condiciones que esta playa y las que la rodean (Ribeira de Ilhas, Lizandro) ofrecem para la práctica de este deporte.