Monumentos

El mayor santuario mariano del Algarve.

Según las Visitaciones de la Orden Militar de Santiago de 1565, la Ermita de Nossa Senhora da Piedade de Loulé habría sido edificada en 1553. El lugar elegido fue en las inmediaciones del centro urbano, en lo alto de un cerro, junto a un importante eje de comunicaciones que desde la época romana conecta São Brás de Alportel, Loulé y Boliqueime.

Esta ermita forma parte, actualmente, del Santuario, propiedad de la Fábrica de la Iglesia parroquial de São Sebastião, un templo moderno construido en el siglo XX, conocido como «Santuario de Nossa Senhora da Piedade», también venerada con el título de «Madre Soberana», según decreto del obispo del Algarve, a tenor del Canon 1230, fechado a 10 de abril de 2016.

Con una tradición ligada al culto mariano que se remonta al siglo XVI, este templo católico se convirtió en un referente local de peregrinación, en el cual se celebran tras la Semana Santa dos celebraciones anuales, la Fiesta Pequeña y la Fiesta Grande, en honor de la Senhora da Piedade, respectivamente en el Domingo de Pascua y quince días después, en el tercer domingo, siendo una de las mayores manifestaciones religiosas en Portugal, al sur de Fátima.

A finales del siglo XVI, el patronato de este templo era responsabilidad del ayuntamiento de Loulé, responsabilizándose el mismo, del eremita y de la organización de la fiesta principal, realizada «el lunes siguiente a las Octavas de Pascua».  Es conocida la encomienda de la Imagen de la Senhora da Piedade, imagen de figura  perfecta de madera y «muy diestra mano» que se inscribe en el estilo manierista. Fue probablemente ejecutada por un adivino farense a finales del siglo XVI o inicios del siglo XVII. Habría sido posteriormente estofada por el pintor y dorador Diogo de Sousa e Sarre, posiblemente hacia el año 1764. También a esta época pertenece el retablo primitivo de la capilla mayor, que se mantuvo con culto hasta principios del XVIII. Fue construido en 1760 por el entallador João da Costa Amado, vecino de Loulé.

El terremoto del 1 de noviembre de 1755 provocaría importantes y significativos daños en el edificio, sobre todo en la capilla mayor, quedando el retablo primitivo de esta última totalmente destruido. Se construyó uno nuevo, de estilo rococó, en la década siguiente (1760-1764), atribuido también al entallador de Loulé, João da Costa Amado. Sería posteriormente dorado por el pintor-dorador Diogo de Sousa e Sarre, autor también de la pintura en perspectiva de los techos de la capilla mayor, nave y sacristía.

A finales del siglo XIX se acometieron reformas en la fachada principal y se encargó la pintura sobre estuco de diez paneles figurativos en las paredes laterales sobre la Pasión de Cristo, de la autoría de José Filipe Porfírio, pintor de Faro.